El nuevo gobierno griego comenzó a los cambios de arriba abajo en cualquier aspecto vital no sólo en la arena política
Syriza, el partido en poder en Grecia, comenzó dejar sellos a las decisiones críticas sin perder tiempo. El primer paso con importancia simbólica es el levantamiento de barras de hierro al lado de la Tumba de Soldado Desconocido en frente del edificio parlamentario por parte del Ministerio de Protección de Ciudadanos. El motivo es muy simple: eliminar la separación entre el gobierno y el pueblo.
Se cambia totalmente el plan escolar, otra vez se rescribirán los libros escolares y si no se acaban las labores los libros se ofrecerán a los estudiantes en el ambiente electrónico. Se abrió también el camino para regresar a las universidades para los que se alejaron sea lo que sea su motivo a través del la amnistía. Se destituyeron todos los rectores y los exámenes se reducirán al uno.
El primer servicio del gobierno fue detener la privatización del Puerto de El Pireo que forma el puerto más grande del país. El premier, Alexis Tsipras, en el primer plenario de los ministros había dicho: ''No es nuestra fuerza sino que pertenece al pueblo. Trabajaremos con diálogo y concordancia. No podemos desilusionar a nadie''.
Tsipras a lo largo de la campaña electoral había prometido reunirse otra vez con las corporaciones internacionales y la UE en la mesa de negociaciones a fin de restructurar las deudas de su país.
Ayer el miembro de la Comisión Europea, responsable de los Asuntos Económicos y Financieros, Pierre Moscovici, en su valoración había señalado: ''La Comisión Europea continúa y continuará ayudando a Grecia en casos financieros y no es posible detener las ayudas. Se negociará otra vez con la administración nueva su forma de sostenibilidad''.
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