100.000 personas protestan en el sureste de Turquía contra las caricaturas de Mahoma

Diyarbakır,25-01-2015,Hispanatolia

La marcha, convocada por el grupo islamista kurdo Hezbolá, reunión a miles de simpatizantes de varias localidades en la ciudad de Diyarbakır.

Unos 100.000 simpatizantes del Hezbolá turco, una organización ultraconservadora cuyos miembros son kurdos que profesan el Islam sunní, se concentraron el sábado en la ciudad de Diyarbakır –la mayor del sureste de Turquía de mayoría kurda- para protestar contra la publicación de caricaturas del profeta Mahoma en la revista satírica francesa Charlie Hebdo.

Portando pancartas escritas en kurdo, francés, turco y árabe, los participantes en la protesta corearon eslóganes contra el conocido semanario francés. “Mientras seáis enemigos de Dios, nosotros seremos vuestros enemigos”, afirmó en un discurso ante la multitud el presidente del Partido de la Causa Libre (Hüda Par), considerado como el brazo político del Hezbolá turco.

La marcha, que desfiló durante varias horas por las calles del centro de Diyarbakır, reunió a decenas de miles de simpatizantes de Hezbolá en Turquía (no vinculado pese al mismo nombre con el Hezbolá del Líbano), conocido también como Hizbullahî Kurdî –en kurdo- y que constituye el principal grupo rival del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) en la región. De hecho seguidores de ambos grupos rivales han protagonizado de forma reiterada choques e incidentes en el país, especialmente durante los violentos enfrentamientos en octubre del año pasado que dejaron cerca de 40 muertos.

Fundado en 2012 después de que diez años antes el Hezbolá turco abandonara la lucha armada, el Hüda Par tiene objetivos políticos similares a los de formaciones de izquierda del nacionalismo kurdo, como el Partido Democrático de los Pueblos (HDP), asociado tradicionalmente al PKK; entre estos se encuentran el reconocimiento en la Constitución de Turquía de un estatus especial para los kurdos y la lengua kurda, la reducción de la barrera electoral del 10% para que un partido entre en el parlamento, o la descentralización de la administración en favor de los gobiernos locales. Otras de sus demandas sin embargo están vinculadas claramente con su ideología ultraconservadora, como la criminalización del adulterio o el reconocimiento de los matrimonios religiosos.