miércoles, 24 de diciembre de 2014

Estudio relativo al etiquetado cárnico sobre aturdimiento previo del animal al sacrificio

Madrid, 24/12/2o14, islamedia


La Dirección General de Sanidad y Consumidores de la Comisión Europea está realizando un estudio relativo al etiquetado cárnico sobre aturdimiento previo del animal al sacrificio. Se ha realizado una encuesta entre consumidores europeos y se realizan las consultas pertinentes a las partes interesadas, entre ellas a la Unión de Comunidades Islámicas de España, siendo atendidos por su Presidente y Secretario general de la Comisión Islámica de España.

A la espera del resultado y presentación oficial de todo el estudio a nivel europeo, ofrecemos un avance de la entrevista mantenida sobre los etiquetados de aturdimiento y de halal.

1. Marco

UCIDE ha trabajado con expertos sobre el tema del aturdimiento, y ha concluido que si el aturdimiento es demasiado fuerte puede llevar a la muerte lo que no puede ser aceptado por los organismos halal. En el caso de las aves de corral puede hacerse de un modo que no mate y es aceptable, pero generalmente las aves de corral son sacrificadas sin aturdimiento actualmente ya que hay suficientes matarifes dispuestos a hacerlo. Para las vacas han sido introducidos nuevos sistemas de jaulas que suavemente giran al animal. Cuando los animales son sacrificados para halal, los matarifes tienen cuidado de evitar el sufrimiento a lo largo de todo el proceso. Hay solo un corte y se realiza de manera que sea anestesiante para el animal. El cuidado tomado durante el sacrificio puede conducir a una mejor calidad de la carne, y esto está demostrado por el hecho de que hay muchos no-musulmanes que compran carne halal ya que encuentran la calidad y el sabor mejor.

UCIDE está trabajando con tres grandes mataderos en el área de Madrid, y no están utilizando aturdimiento para la producción de carne halal. UCIDE ha estado trabajando en el tema del sacrificio halal y la certificación desde 1971.

La carne Halal es generalmente vendida a través de carnicerías especializadas. Si bien no se encuentra normalmente en los supermercados, en ocasiones se puede encontrar.

Hay alguna producción para la exportación también, y esta tiene que ser certificada en colaboración con el país importador. Los costes de certificación son pagados por el matadero o el exportador.

Los musulmanes no utilizan la sangre procedente del sacrificio de un animal, ya que no está permitido. En algunos casos, esta sangre es usada para otros mercados finales no-musulmanes. 

2. Reacción general al documento de consulta

Queda patente, por el resultado de la encuesta, que existe un amplio desconocimiento en el consumidor sobre normativa y etiquetado de carnes con o sin aturdimiento previo al sacrificio, y en el caso de ser aturdido el animal, querer saber cómo, por si afectara a la calidad de la carne o tuviera efectos sobre el consumidor.

3. Demanda de información sobre el aturdimiento por parte del consumidor

En el consumidor no parece haber demanda de información sobre el aturdimiento previo al sacrificio del animal, confiando en sus carniceros y el origen. Para la población musulmana y judía son las denominaciones de Halal y Kosher las que les darán la confianza sobre el producto, y que su carnicero sea musulmán o judío, aunque no fuera necesario aplicar la excepción de aturdimiento, que probablemente desconozca el consumidor final, si puede o no aturdirse cada animal para ser etiquetado como Halal o Kosher.

4. Comprensión del consumidor de las prácticas de sacrificio

El desconocimiento sobre los métodos de matanza es amplio, por lo que no es conocido cada proceso específico de sacrificio en matanza de cada tipo de animales para el consumo humano, así como tampoco se comprende lo que supone para los animales cada técnica del sacrificio y las técnicas previas de aturdimiento o no, con lo que puede haber prejuicios contra la excepción de aturdimiento, creyendo erróneamente que se le hace sufrir, cuando en realidad el matarife musulmán realiza su trabajo procurando el bienestar del animal y con la máxima piedad para el mismo, al objeto de ser lo más inmediato posible, evitando la consciencia del animal durante el muy breve momento del sacrificio.

5. Consecuencias de la introducción de etiquetado

En el público general se puede introducir confusión sobre lo conveniente de aturdir o no a los animales, con desconocimiento de las técnicas, pudiendo extenderse el prejuicio infundado de crueldad animal, por no aturdir al animal previamente, sin conocer que el sacrificio acogido a la excepción de aturdimiento se realiza de forma rápida y eficiente para no causar sufrimiento.

No se prevén cambios en el consumidor como consecuencia del etiquetado, ya que su compra se basa más en la confianza sobre el carnicero local. En el caso de comunidades religiosas, continuarán prestando atención al etiquetado de su autoridad religiosa (Halal, Kosher) que al aturdimiento cuyo alcance no conocerán y lo que les importa es su etiqueta Halal que les otorga garantía.

6. Costes y disposición a pagar

Al obligar la norma a realizar todo sacrificio en matanza con la excepción de aturdimiento en matadero, incrementará el coste final del producto. La norma no prevé el sacrificio religioso sin aturdimiento para el consumo doméstico privado ni para el suministro directo de aves de corral, conejos y liebres en pequeñas cantidades desde las granjas, directamente al consumidor final, o a establecimientos locales de venta al por menor que suministran directamente la carne al consumidor final; esto provoca una discriminación normativa y un sobre coste añadido por transporte y servicio de matadero, que no se aplica a los particulares y granjeros para el consumo propio o venta al por menor con aturdimiento.

7. Impactos en diferentes grupos

El hecho de que sean tanto judíos y musulmanes los que no aceptan el aturdimiento demuestra que no se trata solo de las creencias de un solo grupo.

Halal significa algo más que la ausencia de aturdimiento. Como se mencionó anteriormente, es el cuidado para evitar el sufrimiento animal durante la matanza. El animal también tiene que estar limpio y libre de enfermedad al sacrificio. El aturdimiento es solo un aspecto, y el bienestar animal es alto para los animales halal. Para los consumidores musulmanes sería extraño e incluso confuso ver el etiquetado de aturdimiento, precisamente porque halal es más que la ausencia de aturdimiento. Pueden comenzar a tener dudas sobre los productos que están comprando.

¿Tiene otras preocupaciones con la idea de la introducción de este etiquetado, por ejemplo, preocupaciones de estigmatización?

Se debería informar que la excepción de aturdimiento no introduce necesariamente sufrimiento al animal si se realiza por personal matarife competente. Los propietarios y granjeros de aves de corral pueden efectuar un aturdimiento que no invalide el sacrificio Halal para su consumo propio o venta al por menor; pero debería existir mención específica para las explotaciones agrícolas, a fin de poder actuar en el marco de la norma con la excepción de aturdimiento, debidamente autorizada por autoridades religiosas y control veterinario.

La norma, de hecho, ya discrimina al ubicar toda matanza sin aturdimiento en el matadero, como espacio controlado y supervisado. Dicho control también se podría efectuar en las explotaciones agrícolas para su venta al por menor.

Al efectuar una excepción religiosa en el sacrificio animal, algunos grupos pueden crear animadversión contra ciertos estamentos religiosos, estigmatizándoles como crueles, cuando la piedad por el animal es lo que debe estar presente.

Este etiquetado no afecta al consumidor de Halal o Kosher quien busca precisamente estas denominaciones religiosas para la alimentación, salvo porque pueda aumentar el coste.

8. Información existente sobre aturdimiento previo al sacrificio

El aturdimiento previo al sacrificio del animal y sus métodos constan en la normativa europea y española, pero es desconocida generalmente por el consumidor, incluidos los consumidores de alimentación Halal, no existiendo publicidad sobre los métodos, su alcance e implicaciones sobre el animal y el consumidor. El consumidor de carne Halal, incluidos no-musulmanes, por lo general, conoce que la etiquetada como tal es de mejor calidad y desangrado, y mejor sabor, por lo que tampoco necesita más etiquetados ni los pide.

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