sábado, 27 de septiembre de 2014

La propaganda del Estado Islámico se fija en España

Madrid, 27/09/2014,(EFE), Rafael Martínez


La expansión y brutalidad del Estado Islámico (EI) en Siria e Irak han provocado que Interior eleve la alerta antiterrorista ante la amenaza directa sobre España del grupo yihadista, cuyo aparato de propaganda se ha fijado en nuestro país con un fin: en cinco años, España volverá a ser Al Andalus.

En los foros yihadistas y redes sociales prolifera un mapa en el que aparecen en negro -color de la bandera y de los uniformes del EI- los territorios que planean unificar en el futuro en su califato y en que se incluye a Portugal y España.

Pero hay más. Vídeos, imágenes, mensajes y fotomontajes de radicales circulan por la red con constantes referencias a España y Al Andalus (la práctica totalidad de la Península Ibérica) para recordar una premisa clara entre los yihadistas: España es una tierra del Islam invadida por infieles. No obstante, la idea no es nueva.

Primero fueron los discursos de los líderes de Al Qaeda, Osama Bin Laden y Ayman Al Zawahiri, los que situaron a España en el imaginario yihadista. Ahora el testigo de la propaganda lo ha recogido el Estado Islámico, que ha desbancado a Al Qaeda entre las preferencias los radicales españoles que sueñan con unirse a la Yihad contra Occidente y los infieles.

Esta organización promueve una estrategia global de apoyo al terror que consiste en publicar vídeos y captar imágenes de lugares emblemáticos occidentales junto a la bandera de los radicales. Muchas de ellas en España.

Es el caso de una instantánea con el palacio islámico de La Aljafería (Zaragoza) de fondo y en primer plano una bandera de EI, y de otras en distintos lugares de San Sebastián.

Se tratan, estas últimas, de dos fotos tomadas en la playa de la Concha y el monte Urgull en las que se observa un cartel de apoyo al grupo terrorista bajo la expresión "que permanezca y se extienda".

Más inquietante es en Cataluña, donde se concentran un número de radicales musulmanes. Recientemente los mossos encontraron en el portal de una casa en Barcelona un cartel con la enseña del EI y la expresión "Cataluña para los musulmanes".

La consigna es clara: difundir masivamente el apoyo hacia el Estado Islámico como sucedió con un vídeo, emitido en julio, en el que dos yihadistas, haciendo uso del español, piden que "Andalucía" forme parte de su califato. "España es la tierra de nuestros abuelos y vamos a liberarla con el poder de Alá", amenaza el orador.

Hace semanas, se emitió un segundo vídeo en el que un líder del EI empuña una espada y promete, ante un grupo de yihadistas armados, conquistar Jerusalén, Roma y Al Andalus.

Con todo, el secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, precisó hace unos días que la amenaza no es "especialmente intensa" en el caso de España pese a las referencias en algunos vídeos e imágenes a Al Andalus.

"No es más que propaganda para hacer daño a la comunidad musulmana", afirma a Efe el responsable de la Comisión Islámica, Riay Tatary, que resta importancia a estas acciones. "No es una amenaza, España no es un objetivo real para ellos", sostiene.

El jefe de la Unidad de Ciberseguridad de la Guardia Civil, el teniente coronel Luis Fernando Hernández, lo tiene claro. "No existe medio material" que impida que los terroristas no difundan lo que quieran a través de internet, como la reciente difusión de las ejecuciones a dos ciudadanos estadounidenses y dos británicos.

Pese a todo la situación puede dar un giro inesperado hacia nuestro país, desde que hace unos días el Estado Islámico ordenase decapitar o estrangular a cualquier ciudadano de un país de la coalición internacional, integrada por una treintena de países, entre ellos España.

Y hay más. Las últimas operaciones policiales contra células implantadas en España, como la desarrollada ayer en Melilla y Nador (Marruecos), para la captación y envío de yihadistas tienen un elemento en común que no es otro que enrolarse en el EI.

La conclusión: estas siglas ya no son extrañas en nuestro país.

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