jueves, 28 de agosto de 2014

Más de 10.000 españoles en riesgo de expulsión en Alemania

Berlín,28/08/2014,elmundo.es, R.Sánchez


La canciller alemana Angela Merkel respalda firmemente la medida. REUTERS

El Gobierno retirará la residencia a los europeos que lleven seis meses sin trabajo
La medida está destinada a acabar con el 'turismo social' y la 'inmigración de la pobreza'

Alemania retirará el permiso de residencia a los ciudadanos europeos que lleven seis meses en el país sin encontrar trabajo. Un total de 10.469 españoles inmigrantes en Alemania estaban cobrando la ayuda estatal "de seguridad básica para solicitantes de empleo" a cierre del año pasado, un 23% más que en las mismas fechas de 2012 y posiblemente muchos menos que ayer, cuando los ministros alemanes de Interior y Trabajo, Thomas de Maiziére y Andrea Nahles, presentaron la reforma legal con la que presumen que terminarán con el "turismo social" y la "inmigración de la pobreza".

El gobierno alemán ha decidido endurecer su legislación contra los ciudadanos europeos que buscan trabajo en este país, que en el caso de los españoles ha aumentado un 49% en los últimos 3 años, atendiendo a los datos de la Oficina Federal de Empleo. El proyecto ha sido elaborado por los técnicos del cristianodemócrata Thomas de Maiziére y la socialdemócrata Andrea Nahles, por lo que goza de un consenso total dentro de la gran coalición de gobierno y con el respaldo personal de la canciller Angela Merkel, que el pasado mes de mayo puso techo a su europeísmo afirmando en una entrevista que "la UE no es una unión social".

A la opinión pública germana se le presenta la reforma como la respuesta al problema del denominado "turismo social" y especialmente destinada a rumanos y búlgaros, cuya afluencia a Alemania se calcula en 150.000 personas en los últimos 10 años y que gozan de libertad de movimientos desde el pasado 1 de enero. Su ingreso masivo en el sistema social alemán ha dado lugar a un debate público sobre la "inmigración de la pobreza", que es contra lo que pretende luchar el gobierno Merkel. Fuentes del Ministerio de Interior confirman que de igual manera se verán afectados todos los ciudadanos europeos, incluidos los más de 10. 469 españoles que, a fecha de cierre de 2013, buscan empleo en Alemania, y los más de 6.500 parados españoles en este país, que pueden perder sus prestaciones.

Ante un supuesto "abuso" del sistema social alemán que ninguno de los dos ministros es capaz de concretar en cifras, la reforma contempla la retirada del permiso de residencia tras seis meses en el país sin encontrar empleo, sanciones para quienes hayan falseado datos en la tramitación burocrática de prestaciones y la prohibición de ingreso en el país a quienes hayan abusado del sistema de ayudas sociales.

'Consecuencias prácticas'

Teniendo en cuenta que la medida afectará al menos a decenas de miles de ciudadanos europeos que buscan trabajo en Alemania, resulta bastante evidente que su expulsión del país no es factible. El ministro de Maiziére insistió ayer en que a esas personas se les comunicará que "están obligadas" a abandonar Alemania, pero reconoció que en muchos de los casos las "consecuencias prácticas" serán solamente la pérdida de las prestaciones sociales a las que hasta ahora tenían derecho, lo que constituye el objetivo fundamental de la reforma. También reconoció "excepciones", puesto que la retirada del permiso de residencia puede evitarse en los casos en los que haya "perspectivas concretas de éxito" que tampoco se precisan, lo que apunta a que quedará al arbitrio de las autoridades alemanas.

El gobierno alemán está convencido de que no se vulnerará con la nueva normativa la legislación europea. El lema de la reforma, que los dos ministros recitaban hasta la saciedad, es "libertad de movimiento si, abuso no". Y por si alguien tenía dudas al respecto, ayer salió a corroborarlo en Bruselas el comisario de Trabajo, Laszlo Andor, que confirmó que el proyecto se ajusta plenamente al Derecho Europeo y que recordó que la directiva europea de libre circulación que dio origen al Espacio Común Europeo (Tratado Schengen) reconoce el derecho de los ciudadanos de la UE a moverse libremente por el territorio, pero no a permanecer en otro país indefinidamente. La norma establece, concretamente, que para poder vivir en otro Estado miembro más de tres meses hay que estar desempeñando una actividad económica remunerada, disponer de recursos suficientes y de un seguro de enfermedad para no "convertirse en una carga" para el "anfitrión", o estar cursando estudios.

Pero al margen de la fría letra de la ley, cabe hacer una consideración ética y recordar que Alemania lleva años invitando públicamente a trabajadores del sur y del este de Europa a acudir para engrasar su economía y que en la medida en que se beneficia de los casos exitosos de inmigración, tiene lógica que se ocupe de las necesidades sociales que de ella se derivan. Los expertos consideran que de los 16.565 españoles que llegaron a Alemania en 2012, un 15% de ellos es lo que denominan de "perfil incierto", es decir, que llegan sin contrato de trabajo y en algunos casos lo consiguen y en otros no.

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