Tres hispanistas y arabistas "redescubrirán", mediante su transcripción, uno de los manuscritos capitales de la escritura aljamiada (en castellano antiguo pero con letras árabes), una obra casi inédita del morisco conocido por el Mancebo de Arévalo que se conserva en la Universidad de Cambridge.
De 430 páginas y guardado en la biblioteca de la referida universidad británica, el Mancebo (seudónimo) escribió secretamente "El Breve Compendio de la Santa Ley Sunna" en la primera mitad del siglo XVI en Aragón, cuando la grafía árabe estaba prohibida en la península Ibérica.
Este manuscrito fue dado a conocer hace medio siglo en Oxford por el veterano especialista británico Leonard P. Harvey, que participará en este trabajo que será publicado por la editorial holandesa Brill, de Leiden, en colaboración con los profesores María Teresa Narváez (Universidad de Puerto Rico) y Luis Fernando Bernabé Pons (Universidad de Alicante), ha adelantado a EFE este último. La literatura aljamiada es el último testimonio escrito de los moriscos en España, y su último gran esfuerzo por mantenerse unidos al Islam, al estar obligados a profesar la fe cristiana y tener prohibido usar los caracteres árabes.
Entre la conversión obligada (1501 en Castilla y 1525 en Aragón) y la expulsión definitiva de la península (1609), los moriscos vivieron en circunstancias difíciles y eran estrechamente vigilados por las autoridades civiles y eclesiásticas cristianas, que castigaban con dureza cualquier signo de cultura musulmana.
Los escritos aljamiados versan sobre aspectos jurídicos, ritos, doctrinas e, incluso, sobre vidas islámicas ejemplares con el denominador común de ser "bastante uniformes" y con un "tono doctrinal neutro"; la excepción más llamativa es el Mancebo. Los expertos le sitúan en la primera mitad del siglo XVI y, además del "Breve Compendio", sus otros dos manuscritos fundamentales en aljamiado están en Madrid y han sido publicados: la "Tafsira", en la biblioteca del CSIC, y el "Sumario de la Relación y Ejercicio Espiritual", en la Biblioteca Nacional.
Este abulense de Arévalo del que se sabe poco, ni siquiera su nombre verdadero, recorrió España seguramente como arriero o trajinante y, al tiempo, aprendiendo Islam de quien pudiera enseñárselo.Según algunos, podría proceder de una familia judeoconversa, de la que más tarde él optó por convertirse al Islam.
En las 1.500 páginas que llegó a escribir en su trilogía se limita a mencionar que su madre fue cristiana durante 25 años, que deseaba peregrinar a La Meca, lo que quizá lograría, y que se dedicaba a comprar y a vender: en un pasaje dice que había ido a San Clemente (Cuenca) porque le tenían preparadas unas hojas de espadas. Sí está documentado que escribió a partir de 1534 por encargo de moriscos aragoneses que, a la vista de su sabiduría, le pidieron que les recuperara elementos de una cultura musulmana que empezaban a perder por su obligada conversión.
Según Bernabé, el Mancebo es "único" porque en sus obras aúna las tres grandes religiones monoteístas para ofrecer "un discurso musulmán contemporáneo" y "muy original". Aprovecha la espiritualidad e interiorismo del Cristianismo contemporáneo para desarrollar su personal concepto del Islam, por ejemplo haciendo pasar por textos musulmanes pasajes de la "Imitación de Cristo" de Tomás de Kempis (excluyendo las referencias cristianas concretas) o camuflando partes de "La Celestina".
Igual que los espirituales cristianos del XV y XVI, forja un lenguaje lleno de neologismos inusitados y, dentro de su originalidad, incluye referencias de las escrituras judías y usa términos de los judíos hispanos, como la palabra Dio en vez de Dios. Precisamente la abundante presencia de elementos judíos (a los que ve como "errados" pero siempre dentro de una normal convivencia) es "singular" en la literatura morisca, y convierte al Mancebo en un "auténtico autor de las tres culturas", según Bernabé.
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