Al menos 120 personas han sido arrestadas por atacar con piedras y petardos una mezquita en la ciudad búlgara de Plovdiv, en una protesta nacionalista contra la petición de la comunidad musulmana de que se le devuelva otro templo expropiado durante el comunismo, informó hoy el Ministerio del Interior.
La protesta, acontecida el viernes por la tarde, causó varios heridos, entre ellos un agente de Policía, y ha sido calificada por el propio Ministerio como un intento de destrucción de un monumento por parte de atacantes que portaban pancartas con mensajes racistas y xenófobos. Stelozar Lazarov, secretario general del Ministerio, señaló que todos los detenidos pertenecen a hinchadas radicales de equipos de fútbol.
El ataque comenzó cuando unas 3 mil personas se reunieron frente a los juzgados de Plovdiv, donde se celebraba una vista sobre la petición de la comunidad musulmana para que se le devuelva una mezquita del siglo XIII, expropiada durante la dictadura comunista y propiedad hoy día del Ayuntamiento de la vecina ciudad de Karlovo.
Coreando eslóganes como “No damos ni una piedra de suelo búlgaro” , los manifestantes nacionalistas se dirigieron a la mezquita Djumaya dzamia y apedrearon la fachada, rompiendo cristales de las ventanas.
Las fuerzas del orden intervinieron para disolver a los manifestantes y en los choques tres personas resultaron heridas leves. La manifestación se dirigió luego hacia la sede local del partido de la minoría turca, DPS, donde también se lanzaron piedras.
El muftí Mustafa Hadzi denunció el asalto como “una amenaza seria hacia la democracia búlgara.“Impedir con violencia que los ciudadanos practiquen sus creencias recuerda al pasado autoritario del pasado del país”, subrayó. El partido de la minoría turca, que apoya al Gobierno, también denunció hoy el ataque y señaló que estaba motivado políticamente para derrumbar al Ejecutivo mediante un conflicto étnico.
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