jueves, 12 de diciembre de 2013

Un estudio demuestra que la orientación magnética del átomo puede controlarse Emitido

Zaragoza,12/11/2013,(EFE).


Mediante el uso de los microscopios de efecto túnel, que se encuentran en el Laboratorio de Microscopías Avanzadas (LMA) de la Universidad de Zaragoza, los investigadores han descubierto un nuevo mecanismo que controla la anisotropía magnética en la escala atómica.

Un estudio ha demostrado que la energía necesaria para cambiar la orientación magnética de un solo átomo, es decir la que determina su estabilidad, se puede controlar mediante el acoplamiento eléctrico de esta partícula con un metal. Esta investigación, que publica la revista "Nature Nanotechnology", ha sido realizada por científicos del Instituto de Nanociencia de Aragón (INA) y del Laboratorio de Microscopías Avanzadas (LMA) de la Universidad de Zaragoza, junto a expertos de Reino Unido, Portugal y Alemania.

Según ha informado hoy la Universidad de Zaragoza, permitirá diseñar nuevos dispositivos para sensores así como para procesar y almacenar la información. El hecho de que los polos de un imán estén orientados en una dirección específica se conoce como "anisotropía magnética", la cual, por su parte, juega un papel determinante en un amplio rango de aplicaciones, desde la aguja de una brújula, pasando por los discos duros, hasta la resonancia magnética nuclear, ha agregado la misma fuente.

Mediante el uso de los microscopios de efecto túnel, que se encuentran en el Laboratorio de Microscopías Avanzadas (LMA) de la Universidad de Zaragoza, los investigadores han descubierto un nuevo mecanismo que controla la anisotropía magnética en la escala atómica.Estos equipos permiten observar y manipular átomos individuales fijados, mediante interacciones físicas o químicas, en superficies.

Joaquín Fernández-Rossier, del Iberian Nanotechnology Laboratory (INL) de Portugal, ha asegurado que en el caso de "trozos" grandes de material magnético la anisotropía magnética viene fundamentalmente impuesta por la forma. Sin embargo, los átomos son tan pequeños (en un imán con forma de dado de un milímetro de lado caben aproximadamente cien millones de billones de átomos) que no se les puede asociar una forma definida, y esto hace que su anisotropía esté controlada típicamente por la posición y la carga eléctrica de los átomos vecinos.

En este experimento, el equipo investigador observó fuertes variaciones de la anisotropía magnética de átomos individuales en función de su posición sobre una capa aislante de nitruro de cobre, crecida a su vez sobre una superficie metálica. En los laboratorios del LMA, los investigadores pudieron analizar estadísticamente la correlación de estos cambios con el acoplamiento eléctrico al metal.

Este resultado ha sido posible gracias a la colaboración de un grupo de expertos, entre ellos David Serrate, investigador Ramón y Cajal de la Universidad de Zaragoza, y María Moro, de la misma institución académica, así como científicos del University College London; el Iberian Nanotechnology Laboratory (INL, Portugal) y el Max Planck Institute of Microstructure Physics (Alemania).

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