La Generalitat prorrogará otros cinco años, hasta 2019, el plazo dado a los centros de culto para que cumplan los mismos requisitos de seguridad e higiene que el resto de locales de pública concurrencia. Así lo ha indicado, en una entrevista, el director general de Asuntos Religiosos de la Generalitat, Enric Vendrell. La prórroga está incluida en la ley de acompañamiento a los presupuestos de 2014 y se ha acordado “para quitar presión” a las confesiones, que debían tener adecuados sus centros de culto el próximo año.
La ley de centros de culto se aprobó durante el segundo gobierno tripartito, en 2009, y fijó las condiciones que debían reunir esos equipamientos para celebrar ceremonias religiosas en Cataluña. Templos, mezquitas, sinagogas y otros centros debían acometer las obras necesarias para adecuarse tanto a normas de higiene como de seguridad: salidas de emergencia, insonorización, medidas para prevenir incendios, etcétera. La norma pretendía, entre otras cosas, dotar a los ayuntamientos de un apoyo legal para que pudiesen exigir unas condiciones adecuadas a los centros de culto. Los consistorios pueden exigir una licencia municipal de apertura, pero también están obligados a prever terrenos que admitan los usos de carácter religioso.
En 2010, el Gobierno catalán aprobó una serie de ayudas para que las confesiones religiosas pudieran adaptar sus locales. Las subvenciones, sin embargo, desaparecieron poco después debido a la crisis y los recortes presupuestarios. “Como no hemos podido convocar estas ayudas y, sobre todo, porque las confesiones tienen muchos problemas económicos para poder realizar obras en sus locales, hemos decidido prorrogar cinco años más el plazo para que puedan adaptar sus centros de culto”, ha señalado Vendrell. El director general opina que con esta medida “les quitamos presión y el nerviosismo que generaba tener los locales adecuados ya el próximo año”.
“Queremos darles tranquilidad, quitarles el nerviosismo, incluso las angustias que algunos nos han trasladado”, ha señalado el director general. En los últimos años, añadió Vendrell, han proliferado especialmente los oratorios islámicos y los templos evangélicos; estos últimos, debido a la inmigración procedente de países sudamericanos y del Este europeo. En Cataluña hay 7.958 centros de culto, un 1,36% más que en 2010, de 13 religiones diferentes. La Iglesia católica sigue siendo la confesión con más centros de culto, un 84% del total.
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