lunes, 11 de noviembre de 2013

La comunidad islámica de Lleida sigue con una mezquita provisional

Lleida,11-11-2013,El Mundo,MARTA SERRET 


Por segundo invierno consecutivo alquila un pabellón de Fira de Lleida para sus rezos

 La comunidad islámica más numerosa de Lleida sigue sin dar con un emplazamiento definitivo para su mezquita y este mes ha empezado la segunda temporada en el Pavelló de Vidre de Fira de Lleida, la misma solución provisional del invierno pasado para evitar rezar a la intemperie. El acuerdo implica que los fieles cumplan todos los requisitos exigibles a un espacio de pública concurrencia, respeten el entorno y no provoquen molestias, a cambio de un alquiler de entre 1.300 y 1.400 euros mensuales. 

El uso del pabellón está condicionado también al compromiso de abandonarlo si Fira de Lleida realiza alguna actividad con la que es incompatible. Precisamente para tener más margen de maniobra, este año se ha cambiado la duración del contrato de tres meses a uno, y se irá renovando. El concejal de Serveis Personals del Ayuntamiento de Lleida, Josep Presseguer, remarca que se trata de un contrato «entre dos privados » del que prefiere no dar detalles e insiste en que no se trata de convertir el pabellón en «mezquita crónica», como critica el grupo municipal del PP, en la oposición, sino de «una cuestión de humanidad». 

«No es equiparable a un lugar de culto, no estamos hablando de la mezquita del Palau de Vidre», recalca, y puntualiza que «se alquila para que haya una actividad de oración en un periodo muy determinado y con unos requerimientos». Presseguer es prudente acerca de la solución definitiva y apela al «respeto y tolerancia absolutos de cara a esta creencia, siempre y cuando no hagan nada más que orar, esto no molesta a nadie». Reconoce que hay dificultades para hallar una ubicación que satisfaga a todas las partes, en referencia a las inmediatas protestas vecinales que suscitan los meros rumores de hipotéticas ubicaciones. «La comunidad musulmana es perfectamente consciente de este encaje difícil en una sociedad en la que está en minoría, y de que hay todavía muchas barreras de diálogo», afirma. Es por ello que apela a la «madurez » de la sociedad leridana y añade que «hay distintas confesiones religiosas y todas tienen que encontrar su encaje, el que no lo entienda, el problema que plantea ya se llama de otra manera». 

La mezquita de la calle del Nord, donde rezaba la comunidad musulmana más numerosa de Lleida, fue clausurada hace poco más de dos años por superar repetidamente el aforo máximo. Entonces la comunidad empezó a rezar en la calle y los esfuerzos se centraron en construir una nueva mezquita, de acuerdo con el Ayuntamiento, en un polígono industrial. Sin embargo, finalmente los fieles rechazaron este terreno y la nueva mezquita quedó en suspenso, prolongando la indefinición. El hecho de que este año se repita el uso del pabellón ferial ha suscitado las quejas del PP, que pide que el alquiler se reinvierta en el edificio. La mezquita de otra población leridana, Mollerussa, ha sido noticia también recientemente. Se tenía que trasladar a una ubicación en la que surgió una plataforma opositora, y la mediación del alcalde, Marc Solsona, desveló que el nuevo local no cumplía los requisitos al estar afectado por el Pla de Barris. La idea quedó descartada.

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