En el marco de los incesantes ataques de los extremistas budistas contra la minoría musulmana Rohingya en Birmania, una mezquita construida en 1810 fue incendiada por un grupo extremista el sábado pasado.
El mismo grupo incendió varios locales y negocios de musulmanes en la misma zona, y lo más llamativo es que los dueños de los negocios no pudieron contactarse con la policía por cortes en las líneas telefónicas, informó la prensa local.
La mezquita destruida por los budistas extremistas no estaba funcionando por su estado añejo. La comunidad musulmana de Birmania representa el 5% de la población total del país y vive desde varios meses una campaña de exterminación por grupos budistas.
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