Historia de una mezquita

Torroella de Montgrí,21/06/2013,Hoy

En Torroella de Montgrí, el origen de los 11.500 habitantes del municipio lo encontramos en más de sesenta países de todo el mundo, con un porcentaje de inmigración del 30%. Una realidad a tener en cuenta en la actuación municipal para fomentar la convivencia en base - en el respeto, condición indispensable para evitar futuras problemáticas.

Desde hace unos años, diversas confesiones religiosas han hecho uso de locales comerciales para sus oraciones y ceremonias. Una situación que ha generado cierta crispación a causa de los ruidos y la sobreocupación de estos espacios. En el pasado mandato, el Ayuntamiento se planteó una solución definitiva y satisfactoria para todos. De esta manera se propuso una modificación del plan general en cuanto a los usos del polígono industrial en una zona limítrofe con la trama urbana. Una ubicación digna, al lado del núcleo, que facilita el desplazamiento de las personas y que no afecta a la circulación de vehículos.

La modificación del planeamiento fue aprobada en 2008 por unanimidad de todos los grupos políticos municipales (CiU - ERC - UPM - LEI) y obtuvo el visto bueno de la comisión de Urbanismo de la Generalidad de Cataluña. Una vez superada esta tramitación, y siguiendo las indicaciones municipales, evangelistas y musulmanes preparar el traslado. El Ayuntamiento no dio, ceder ni alquilar ninguna parcela a las confesiones religiosas. Los evangelistas adquirieron una nave ya construida y los musulmanes comprar un solar en la misma zona.

En 2010 la comunidad musulmana entró en el Ayuntamiento el proyecto de construcción de una mezquita. Después de hacer - les ver la obligatoriedad de limitar la altura, cumpliendo con los parámetros urbanísticos, se llegó a un acuerdo entre las partes. Una vez recibido el informe de los Bomberos, uno de los más selectivos en cuanto a la capacidad y el riesgo de incendio, se les dio la licencia de obras y pagaron íntegramente las tasas.

El actual gobierno municipal ha utilizado la estética como excusa y ha llevado la tramitación a los terrenos fangosos del racismo (sólo en el caso musulmán, no en el evangelista), después de muchos años de trabajo discreto y consensuado en el campo de la convivencia. Las posibles carencias administrativas no era necesario llevar - las al pleno, ni había revocar la licencia en 2011, ni tratar la cuestión de una manera mediática tan poco sensata ... para acabar dando una nueva licencia este año! Todos somos ciudadanos, todos tenemos los mismos derechos y los mismos deberes. Siempre he pensado que las prácticas religiosas se han de vivir en el ámbito de la familia y en los centros de culto. En esta cuestión es la ética, y no la estética, la que debe prevalecer. Ahora, más que nunca, necesitamos practicar la amistad cívica, la fraternidad republicana, para afrontar el futuro del nuevo país, juntos, como un solo pueblo. Hoy, permitidme - me, tengo una íntima satisfacción.