lunes, 29 de abril de 2013

Los musulmanes del "Apartheid" birmano reclaman la ciudadanía

Bangkok,29/04/13,(EFE).


Los musulmanes del "Apartheid" birmano reclaman la ciudadanía

Los musulmanes rohingyas, considerados apátridas y segregados en una especie de "Apartheid" en el este de Birmania (Myanmar), reclaman sus raíces como minoría étnica y la ciudadanía que les niega el Gobierno.

Tras los disturbios del año pasado entre budistas y musulmanes en el estado birmano de Rakhine (antiguo Arakan), más de 125.000 rohingyas viven hacinados en decenas de campos de desplazados sin la libertad de movimiento, ni siquiera a los mercados vecinos.Esta situación, calificada como un "Apartheid" por los activistas de esta minoría, también se da en Sittwe, la capital rakhine, donde los musulmanes son prisioneros en su propio barrio cercado por soldados y barricadas con alambre de espino."La degradación de los rohingyas en el estado Arakan se debe al racismo y la situación de Apartheid", explicó a Efe Abu Tahay, presidente del Partido del Desarrollo de la Unión de Nacionalidades, formado por miembros de esta minoría musulmana."El objetivo del Gobierno es degradar a los rohingyas para que se marchen del país. Pero negarnos la ciudadanía plena contraviene las leyes internacionales", subrayó el activista rohingya.

Abu Tahay señaló que los rohingyas no llegaron a Birmania tras la colonización británica en 1823 o tras la Segunda Guerra Mundial, como defiende una mayoría de los birmanos budistas, sino que su presencia en esta tierra se remonta al siglo VIII."El Gobierno nos llama 'bengalíes' y se niega a admitir el término 'rohingya', pero lo cierto es que nuestros antepasados han vivido durante 1.500 años en Birmania, no somos una creación política moderna", agregó.En este sentido, se refirió a evidencias del origen del idioma rohingya en un pilar erigido por el rey Ananda Sandra en el siglo VIII en lo que hoy es Rakhine.En un estudio lingüístico publicado en 1799, el británico Francis Buchanan mencionó a los "mahometanos, quien llevan establecidos en Arakan durante un largo periodo, y quienes se llaman a sí mismos Rooinga o nativos de Arakan".

Según Abu Tahay, la palabra "rohingya" se deriva del primitivo reino hindú de Rohan, que más tarde pasaría a ser el reino de Arakan, conocido actualmente como el estado Rakhine.Aunque los rohingyas fueron reconocidos por los primeros gobiernos democráticos tras la independencia, la Junta Militar acabó con su existencia oficial en la ley de ciudadanía de 1982, criticada por la ONU y numerosas ONG internacionales.

Cientos de miles de miembros de esta minoría en el estado Rakhine fueron excluidos de la lista de minorías étnicas del país y clasificados como "no nacionales" o "residentes extranjeros".Muchos rohingyas recibieron carnés de identidad "temporales" que coartan su libertad para viajar, hasta al pueblo vecino, tener propiedades, casarse o tener hijos.Incluso durante los años 60, en plena dictadura militar, los rohingyas participaban en programas radiofónicos, pero ahora su idioma también es discriminado, al estar prohibido en las escuelas y los medios de comunicación.

El rechazo hacia esta minoría se cimenta en la animadversión de una parte significativa de la mayoría budista hacia los musulmanes en general y los rohingyas en particular, así como en la versión oficial que los considera "bengalíes".Según el historiador birmano Aye Chan, de la Universidad de Estudios Internacionales Kanda en Japón, el término "rohingya" fue fabricado en los años 50 del siglo XX por un grupo de "intelectuales musulmanes bengalíes".

En un artículo publicado en 2005, el académico arguye que estos intelectuales "eran descendientes de inmigrantes del distrito de Chittagong en Bengala Oriental (actualmente Bangladesh) que habían migrado a Arakan".Aye admite que ya en 1430 había musulmanes en el estado de Arakan, pero niega que se trate de los antepasados de los rohingyas e insiste en que la mayor parte de la inmigración islámica llegó durante la colonización británica.

Esta tesis es compartida por el Gobierno birmano, que contempla la posibilidad de la ciudadanía a una parte de esta comunidad musulmana, aunque sin reconocerlos como una etnia sino como inmigrantes bengalíes."No podemos aceptar este tipo de ciudadanía porque igual que nos la conceden nos la pueden retirar y niega nuestra propia identidad como minoría étnica", espetó Abu Tahay.La paradoja es que los rohingyas, calificados como apátridas y unas de las minorías más perseguidas del mundo según la ONU, también son rechazados en Bangladesh, donde unos 300.000 llevan años hacinados en precarios campos de refugiados. Gaspar Ruiz-Canela


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