La mezquita central de Glasgow.
Fue sentenciado a 28 meses de prisión, irrumpió el 23 de septiembre, armado en la mezquita de la ciudad de Glasgow, en Escocia, amenazando a los fieles y gritando que tenía una bomba.
Durante su arresto, la policía constató que el hombre tenía un saco donde ocultaba una máscara, guantes y tijeras, informó la agencia coránica, IQNA, citando al sitio Trouve Ta Mosquèe.
Al final del juicio, el Procurador declaró: «Toda persona tiene derecho a vivir libre de toda violencia, amenaza, intimidación y al temor de encarcelamiento cuando el abuso deriva en el prejuicio de otra persona.»
«Ser un objetivo debido a su color de piel o a su fe es totalmente inaceptable. Esperamos que esta condena anime al público a denunciar los crímenes de odio a la policía… Ellos pueden tener la certeza que todos estos crímenes serán estudiados con seriedad y castigados con rigor», finalizó.
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