La petición de los promotores de la mezquita quedó en suspenso durante cinco meses y ahora ansían retomar el proyecto. :: MITXEL ATRIO
El colectivo musulmán quiere abrir cuanto antes el oratorio, tras el portazo del pleno a la prohibición de centros de culto en el centro
El colectivo de fieles que promueve la instalación de una mezquita en Basauri sigue trabajando para disfrutar de un lugar en el que puedan rezar todos los vecinos que profesan la confesión musulmana. Durante estos días, los promotores del centro y los feligreses han celebrado una asamblea para avanzar en el proyecto, que pronto verá la luz. Será después de las fiestas navideñas cuando se pongan manos a la obra en el local de la calle Zuia Ibarra de Pozokoetxe para inaugurar un espacio al que se acercarán habituamente una treintena de personas, aunque la comunidad musulmana en el municipio alcanza las doscientas. Algunas de ellas se ven obligadas a trasladarse a Bilbao al no disponer de un local de características similares en Basauri, mientras que otros se congregan en grupos pequeños y en pisos para orar.
El colectivo de fieles que promueve la instalación de una mezquita en Basauri sigue trabajando para disfrutar de un lugar en el que puedan rezar todos los vecinos que profesan la confesión musulmana. Durante estos días, los promotores del centro y los feligreses han celebrado una asamblea para avanzar en el proyecto, que pronto verá la luz. Será después de las fiestas navideñas cuando se pongan manos a la obra en el local de la calle Zuia Ibarra de Pozokoetxe para inaugurar un espacio al que se acercarán habituamente una treintena de personas, aunque la comunidad musulmana en el municipio alcanza las doscientas. Algunas de ellas se ven obligadas a trasladarse a Bilbao al no disponer de un local de características similares en Basauri, mientras que otros se congregan en grupos pequeños y en pisos para orar.
La agrupación que impulsa la iniciativa sostiene que puede abrir las puertas del centro religioso sin pedir permiso al Ayuntamiento. Y es que, tras varios meses de polémica, el pleno desestimó la modificación normativa que pretendía efectuar el Gobierno local para alejar al extrarradio los templos. Aunque el PNV votó a favor y Bildu en contra, la abstención de socialistas y populares sirvió para que la medida no saliese adelante, puesto que, al tratarse de un asunto urbanístico, requería de mayoría absoluta. Eso sí, PSE y PP no argumentaron su rechazo en el fondo de la modificación de las normas subsidiarias, sino en la forma en la que se había tramitado.
Mohamed Kasmi, uno de los impulsores de la mezquita y representante de la Federación Islámica del País vasco, recordó que el 5 de julio pidieron información sobre la posibilidad de instalar un equipamiento de tipo cultural-religioso y que, el 27 de julio, el equipo de gobierno informó de que el Ayuntamiento había iniciado una modificación de un artículo de las normas subsidiarias que impediría la ubicación de oratorios en edificios residenciales, dejando en suspenso su petición.
El regidor, Andoni Busquet, aseguró entonces que pretendían «salvaguardar el interés general de la comunidad y promover la convivencia social». El Ejecutivo local adujo que en los últimos años se habían instalado en las afueras de la localidad la Iglesia Evangélica de Filadelfia y el Dios Ministerial de Jesucristo.
«Todo son obstáculos»
«Hicimos una consulta sobre el local, pero no teníamos por qué haberlo hecho; solicitamos una reunión con el alcalde y tampoco nos recibió», añadió Kasmi, convencido de que la medida fue «discriminatoria». «Se habla de igualdad y de participación, pero cuando planteamos que queremos abrir una mezquita sólo nos encontramos con obstáculos», explicó.
Sin embargo, el colectivo musulmán está dispuesto a retomar los contactos con el Consistorio para que el templo comience su periplo con buen pie. Informarán al Ayuntamiento con anterioridad a la apertura, pues quieren tener unas relaciones «cordiales» con los mandatarios municipales. «Queremos que haya cooperación entre nosotros, el Consistorio y los vecinos para que nadie resulte perjudicado», precisó Kasmi. En esta línea, defendió los valores que inculca su religión y subrayó que «no estamos para dañar a nadie; la sociedad en general ganará con la apertura de la mezquita».
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