La mezquita lleva años en una ubicación provisional CiU
La oposición critica que el ayuntamiento cediera en 2007 un descampado de Incasòl | Los vecinos resaltan la buena convivencia y lamentan que la calle se colapse cada viernes | El consistorio está elaborando un plan de usos para regular los lugares de culto de la ciudad, que se debatirá en los próximos meses
El Ajuntament de L’Hospitalet trabaja en la redacción de un plan de usos que regule el funcionamiento de los lugares de culto en la ciudad. Fuentes municipales recuerdan que la redacción de este plan de usos comenzó hace aproximadamente un año y está previsto que durante los próximos meses se pueda exponer a debate del Pleno municipal. Para este periodo de tiempo, desde la redacción del plan hasta su aprobación, el ayuntamiento ha dictado una moratoria que impide la puesta en marcha de ningún nuevo templo en la ciudad.
La explicación municipal se produce a raíz de las quejas de los vecinos de la mezquita de la calle Fortuna de la ciudad, entre el Gornal y Santa Eulàlia, que gestiona Comunidad Musulmana de L’Hospitalet Al fath. La mezquita funciona en esta ubicación desde 2007 cuando el consistorio cedió una construcción provisional en un solar propiedad del Incasòl a la comunidad musulmana.
Desde entonces han sido diversos los debates en el pleno municipal por esta cesión. El grupo municipal del PP ha lamentado que el ayuntamiento cediese un espacio destinado a zona verde y vivienda protegida a esta comunidad y que el consistorio hubiera invertido 176.000 euros en su adecuación.
Por su parte, el grupo de CiU ha exigido una solución definitiva urgente para la situación de la mezquita, que considera que “no está preparada ni reúne las condiciones necesarias para acoger al gran número de personas que cada viernes se da cita en la zona para rezar”.
Aparcamiento y ruido
Algunos vecinos de esta zona de la ciudad han denunciado también los problemas que provocan los miembros de esta comunidad cuando se dan cita para rezar. “Por lo visto no debe haber muchas mezquitas en las ciudades del entorno y cada viernes tenemos aquí a decenas de personas”, se queja Juan Capilla, vecino de la zona, que asegura que “las calles más próximas quedan colapsadas” aunque reconoce que “nunca se ha dado ningún problema de convivencia”.
“Ellos rezan y hacen sus gestiones en la mezquita, salen a la calle para hablar o porque dentro no caben y la calle está llena de gente pero no se han producido problemas importantes, no se meten con nadie”, explica Amaya, que prefiere no entrar a valorar la ubicación de la entidad en un edificio municipal. “Hay muchas entidades de la ciudad que tienen su sede en edificios públicos”, considera.
Consultada por este medio, la Comunidad Musulmana de L’Hospitalet Al fath ha declinado pronunciarse sobre su situación actual.
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