Foto de familia antes de la celebración de la ruptura del ayuno, en la calle Tricio, donde se dio cita un centenar de personas. :: DÍAZ URIEL
LOGROÑO
BARRIOS DE MADRE DE DIOS Y SAN JOSÉ
Un centenar de personas conmemoró en la calle Tricio el 'Iftar', con el objetivo de unir a las dos civilizaciones
La Asociación de Vecinos de Madre de Dios celebró la ruptura del ayuno
Como si de la corte de Alfonso X 'El Sabio' se tratase, la calle Tricio acogió el sábado la celebración del 'Iftar', la ruptura del ayuno del Ramadán, en la que participó un centenar de personas, en su mayoría inmigrantes, pero a la que acudió también un buen número de nacionales. Este evento, que sumó su segunda edición, está organizado por la Asociación de vecinos de Madre de Dios y San José.
El Ramadán, además de su significado estrictamente religioso del ayuno, es también una popular celebración cultural que tradicionalmente une a familias de culturas musulmanas. Poca gente lo conoce, «por este motivo hemos creído que es una ocasión para conocernos más y mejorar las relaciones vecinales», explicó Rubén Antoñanzas, presidente de la Asociación de Vecinos de Madre de Dios. A las 21.28 horas sonó un móvil con una canción en árabe, anunciando que era el momento de romper el ayuno. Con la bendición cantada por uno de los presentes, se dio paso a una explicación de este acto por parte de Khalid Akesbi, vocal de la asociación de vecinos. «El 'Iftar', aparte de la ruptura del ayuno, tiene el sentido de la solidaridad, porque mucha gente no tiene para comer y muchos nos reunimos para que todos podamos hacerlo en este tiempo», comentó a los asistentes Akesbi, quien se mostraba exultante ante la celebración. «Da mucha alegría que se hagan este tipo de eventos, te da fuerza independientemente de las ideología o la religión de la persona, esto es un acercamiento entre desconocidos que vivimos en el mismo barrio», añade.
¿Cómo surgió esta iniciativa? «La idea nació de la Comisión de Convivencia de San José y Madre de Dios, formada por asociaciones y colectivos de estos dos barrios, a raíz de los numerosos problemas de entendimiento que existían dentro del barrio», aclaró Antoñanzas.
El menú del 'Iftar' fue aportado por cada asociación del barrio y consistió en dátiles, fruta variada de temporada, zumos macedonia, 'ckedakia', dulces típicos pakistaníes, y 'harriera', la sopa de verduras que se toma solo durante el Ramadán, con bastantes proteínas y vitaminas para aguantar los largos días. Además, hubo arroz dulce y huevos cocidos, todo ello acompañado de 'pakora' y 'samosa', picantes que se suelen utilizar en la ruptura del ayuno. «Nuestra alimentación se basa sobre todo en frutas y verduras para aguantar el resto del día», resumió Akesbi.
«Este evento lo que trata es de hacer partícipes a los vecinos de otra cultura que está en nuestro barrio, y lo que buscamos es que sea un momento para charlas y que la gente se conozca entre ella para mejorar la convivencia, no sólo entre occidentales y orientales, también entre musulmanes», concluye Rubén Antoñanzas, uno de los promotores del acto.
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