Los líderes islámicos de la C. Valenciana contrastan los "elementos aislados" radicales con el "islam moderado" local
En el sermón del viernes que albergó el Centro Cultural Islámico de Valencia se condenaron los asesinatos en Toulousse cometidos por el islamista fanático Mohammed Merah y se subrayó el hecho que esta actitud violenta nada tenía que ver con el islam. Sólo cuatro días después, las comunidades musulmanas de Valencia han visto con sorpresa y dolor cómo en su propia ciudad era detenido el conocido como Bibliotecario de Al Qaeda, un yihadista saudí acusado de captar terroristas a través de internet y alentar a la ejecución de actos terroristas.
Con "miedo" de que este hecho derive en "un aumento de la islamofobia" en la Comunitat Valenciana, el presidente del Centro Cultural Islámico de Valencia, Abdelaziz Hammaoui, hizo ayer "un llamamiento a la calma a toda la sociedad", a la que pidió "que no generalice" estas actitudes aisladas porque "eso puede hacer mucho daño no sólo a la comunidad musulmana, sino a la sociedad española en su conjunto, y puede derrumbar el trabajo de sensibilización y acercamiento que venimos haciendo en los últimos años. No hay que caer en lo que esta gente, precisamente, quiere sembrar: la discordia y el odio".
Hammaoui, que preside una directiva paritaria en su colectivo y que la semana pasada pedía más aperturismo al resto de mezquitas valencianas, señaló ayer que "Al Qaeda es un grupo terrorista, criminal y cuyo discurso nadie puede aceptar dentro de la comunidad musulmana". Y se esforzó en destacar un punto clave en esta cuestión: "Hay que destacar que las lecturas rígidas, tradicionalistas, ortodoxas y menos racionales del islam, que nosotros no compartimos, no ofrecen una visión violenta. No puedo decir que los salafistas o wahabitas sean violentos, no. Puedo decir que su lectura es muy tradicional y que tienen un discurso religioso menos abierto y menos apto para la convivencia y el diálogo en cuestiones como la mujer o la tolerancia a la diferencia, pero sería injusto decir que son violentos. Porque la violencia es incomprensible dentro del islam", concluye.
Radicales fuera de mezquitas
Said Ratbi, presidente del Consejo Islámico Superior de la Comunitat Valenciana (Ciscova), destaca que casos como el del Bibliotecario de Al Qaeda "son elementos muy aislados que contrasta con la tónica del islam moderado y pacifista que impera en la Comunitat Valenciana y que trabaja por la convivencia, la diversidad, el respeto y la tolerancia activa".
Según Ratbi, un peso pesado en el islam valenciano muy tenido en cuenta a nivel nacional por la gran expansión de las comunidades islámicas de Ciscova, asegura que "en la Comunitat Valenciana hay personas [musulmanas], sin vinculación con las mezquitas, que tienen un pensamiento incorrecto" y próximo al radicalismo. "Pero dentro de las mezquitas no veo colectivos ni responsables vinculados a un Islam que fomente comportamientos proclives a la violencia", agrega.
Por su parte, Ihab Fahmy, coordinador de la Unión de Comunidades Islámicas de España (Ucide) para la Comunitat Valenciana, Murcia y Baleares, lamentó ayer el "daño" que puede causar la detención del Bibliotecario de Al Qaeda en la imagen de los musulmanes e hizo hincapié en otro factor: "Como musulmanes españoles y valencianos que de verdad amamos nuestro entorno y que luchamos cada día por el derecho a la igualdad y a la no discriminación, rechazamos la vinculación exterior, la injerencia extranjera de cualquier tipo, siempre que haya intereses ajenos a los de España".
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