A raíz del conflicto de Oriente Medio, en 1967, Israel anexó 71 Km2 de Cisjordania a la municipalidad de Jerusalén. De ellos, 6,5 Km2 eran Jerusalén bajo dominio de Jordania y los restantes 64,5 Km2 eran tierras pertenecientes a 28 ciudades y pueblos palestinos, algunos formaban parte de las áreas municipales de Belén y Bait Jallah.
Los límites de Jerusalén fueron determinados por consideraciones políticas y militares. Fueron trazados de tal manera que abarcaran las tierras deshabitadas del interior hasta la cima de las montañas que rodean la ciudad, guiados por el deseo de maximizar la cantidad de territorio anexionado y al mismo tiempo minimizar la cantidad de población árabe de la ciudad. Además, las nuevas fronteras también respondían al deseo de incluir las montañas en torno a la ciudad.
Junto a la anexión de nuevos territorios, Israel confiscó una gran cantidad de tierras con "fines públicos", es decir, para construir colonias. Esto define el desarrollo de la ciudad desde la periferia hasta el centro, con el fin de consolidar el control de Israel e impedir que vuelva a ser dividida. Desde comienzos de los años 70, se suma a ello el objetivo de tener un crecimiento anual de la población judía del 3,7% para que se mantenga una proporción de población árabe y judía similar a la de la época de la anexión.
En el tiempo de la anexión había 69.000 palestinos residentes en Jerusalén. En 1973 el objetivo demográfico de Israel era mantener en Jerusalén la misma proporción que había a finales de 1972 entre palestinos y judíos, es decir de 73,5% de judíos y 25,5 de palestinos. Con el tiempo, los objetivos demográficos hubieron de adaptarse a nuevas realidades y cambiaron a 72% de judíos y 28% de palestinos. Hoy el objetivo es mantener una proporción de 70% de judíos y 30% de palestinos, aunque a finales de 2010, los palestinos ya eran casi el 35% de la población de Jerusalén.
Estos objetivos demográficos determinan las políticas de planificación urbana de Jerusalén; hacen que los ejecutores de las políticas coarten la construcción a los palestinos en Jerusalén; delimitan tierras como zonas a preservar para espacios abiertos; reducen las oportunidades de construir; expropian tierras y excluyen a los palestinos del proceso de planificación municipal. A consecuencia de estas políticas, a los palestinos les resulta prohibitivo conseguir permisos para construcción y sólo les queda la alternativa de edificar sin autorización o marcharse de la ciudad.
En 1975, la comisión local de planificación y construcción presentó un Plan General para la Municipalidad de Jerusalén. Si bien nunca fue ratificado, este plan definió las futuras políticas de construcción de la ciudad. Con respecto a las colonias judías en Jerusalén Este, el plan proponía dos reglas:
La primera era que las colonias rodearán a la ciudad, aislando a la población palestina del interior de la ciudad del resto de Cisjordania.
La segunda regla era evitar que las colonias quedaran aisladas, y garantizar la comunicación entre las colonias de Jerusalén Este y Jerusalén Oeste.
El Plan General no incluía ninguna disposición sobre las necesidades de desarrollo urbano para la población palestina de Jerusalén.
Los palestinos son más de la tercera parte de la población de Jerusalén pero solo pueden construir en 9 de los 124 Km2 de Jerusalén, el 7% de la superficie de la ciudad. El resto de la superficie también está sin planificar, reservada para colonias o zonas verdes. Los proyectos israelíes para el futuro de Jerusalén no consideran como dar solución a esta situación. Por el contrario, según el "Plan General Jerusalén 2000", en el año 2020 casi el 40% de la población de Jerusalén será palestina. Sin embargo, el gobierno israelí intenta mantener una imposible proporción de 30% de palestinos y 70% de judíos en Jerusalén. Y en consecuencia, los funcionarios israelíes de planificación asumen que en Jerusalén Este, en ese año se necesitarán 13.000 viviendas más para los palestinos.
Pero bajo el supuesto más realista de que en 2020 la población palestina de la ciudad represente el 40%, las organizaciones de planificación independientes asumen que se necesitarán 22.800 viviendas más de las que ya están previstas. En consecuencia, si en 2020 Jerusalén Este continúa bajo control israelí, la población palestina de la ciudad tendrá una carencia de 9.800 viviendas.
Por otra parte, con el fin de mantener sus objetivos demográficos, Israel ha decidido priorizar la construcción de colonias, aunque de acuerdo al Plan de 1977 para Jerusalén, ninguna construcción importante se llevara a cabo en Jerusalén Oeste y todas las viviendas patrocinadas por el gobierno deberán ser las de las colonias de Jerusalén Este.
Israel reivindica el derecho a construir colonias en Jerusalén y en todos los territorios ocupados durante la guerra de Oriente Medio de 1967. Según un memorandum de 1997, del Ministerio israelí de Asuntos Exteriores sobre los aspectos jurídicos de la construcción en la colonia de Har Homa, "el Derecho internacional no prohíbe la construcción de colonias en territorio ocupado". Sin embargo, la comunidad internacional, incluidos el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y el Tribunal Internacional de Justicia no admiten esta interpretación del Derecho internacional.
Según la Opinión Consultiva emitida por el Tribunal de Justicia Internacional en 2004 sobre las implicaciones jurídicas de la construcción de un muro en los Territorios Ocupados, "las colonias israelíes que se han construido en el Territorio Palestino Ocupado y en Jerusalén Este infringen el Derecho internacional".
Las colonias israelíes en el área metropolitana de Jerusalén, en Jerusalén Este y sus alrededores de Cisjordania, se construyen formando cuatro círculos en torno a la Ciudad Antigua:
1. La Ciudad Antigua en y fuera del barrio judío;
2. Las zonas que rodean la Ciudad Antigua llamadas por Israel "La Cuenca Sagrada";
3. A lo largo de los límites de la ciudad ;
4. Jerusalén metropolitano, más allá de los límites de la frontera.
Además, algunas colonias, como la Colina Francesa (también conocida como Givat Shapira) o Ma'le Daphna, se han construido para enlazar Jerusalén Oeste con el Monte Scopus. Estas colonias son conocidas como colonias bariah, o "colonias bisagra".
A partir de finales de 2008, la población de Jerusalén Este era de 456.300 personas (lo que representaba el 60% de los habitantes de Jerusalén). De ellos, 195.500 (43%) eran judíos (que forman parte del 40% de población judía de Jerusalén en su totalidad), y 260.800 (57%) eran palestinos.
Hacia finales de ese año, los principales barrios árabes de Jerusalén Este eran: Shuafat (38.800 habitantes), Bait Hanina (27.900 habitantes), Barrio Musulmán (26.300 habitantes), A-Tor con A-Sawana (24.400 habitantes).
Los principales barrios judíos de Jerusalén Este son: Alon (42.200 habitantes), Pisgat Ze'ev (42.100 habitantes), Gilo (26.900 habitantes), Neve Yaakov (20.400 habitantes), Ramat Shlomo (15.100 habitantes) y Talpiot Este (12.200 habitantes).
La Ciudad Antigua cuenta con una población de 36.681 árabes y 3.847 judíos.
Debido a las implicaciones políticas, la cantidad de población palestina que vive en Jerusalén Este es discutible. No se sabe cual es el número exacto de habitantes palestinos en Jerusalén, ni la cantidad de palestinos de Jerusalén que viven fuera de ella. Sin embargo, es evidente que los planes demográficos israelíes han fracasado y que, a pesar de sus políticas segregacionistas y las dificultades impuestas a la población palestina, y a la construcción de colonias, es imposible mantener una clara mayoría [judía] en la ciudad.
Para hacer frente a estas realidades, la Municipalidad de Jerusalén propone modificar los límites municipales, dejando fuera varias barriadas palestinas.
Concretamente, el alcalde de Jerusalén, Nir Barkat, ha sugerido establecer las fronteras de Jerusalén en el trayecto que sigue el Muro de separación lo que privaría de sus derechos de residencia en Jerusalén a más de 50.000 palestinos que viven en el barrio de Kufr Akab y en el campo de refugiados de Shuafat.
En ese caso, Israel habría conseguido por un corto periodo de tiempo su deseada proporción demográfica en Jerusalén, sin embargo la guerra demográfica ya la ha perdido.
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Los límites de Jerusalén fueron determinados por consideraciones políticas y militares. Fueron trazados de tal manera que abarcaran las tierras deshabitadas del interior hasta la cima de las montañas que rodean la ciudad, guiados por el deseo de maximizar la cantidad de territorio anexionado y al mismo tiempo minimizar la cantidad de población árabe de la ciudad. Además, las nuevas fronteras también respondían al deseo de incluir las montañas en torno a la ciudad.
Junto a la anexión de nuevos territorios, Israel confiscó una gran cantidad de tierras con "fines públicos", es decir, para construir colonias. Esto define el desarrollo de la ciudad desde la periferia hasta el centro, con el fin de consolidar el control de Israel e impedir que vuelva a ser dividida. Desde comienzos de los años 70, se suma a ello el objetivo de tener un crecimiento anual de la población judía del 3,7% para que se mantenga una proporción de población árabe y judía similar a la de la época de la anexión.
En el tiempo de la anexión había 69.000 palestinos residentes en Jerusalén. En 1973 el objetivo demográfico de Israel era mantener en Jerusalén la misma proporción que había a finales de 1972 entre palestinos y judíos, es decir de 73,5% de judíos y 25,5 de palestinos. Con el tiempo, los objetivos demográficos hubieron de adaptarse a nuevas realidades y cambiaron a 72% de judíos y 28% de palestinos. Hoy el objetivo es mantener una proporción de 70% de judíos y 30% de palestinos, aunque a finales de 2010, los palestinos ya eran casi el 35% de la población de Jerusalén.
Estos objetivos demográficos determinan las políticas de planificación urbana de Jerusalén; hacen que los ejecutores de las políticas coarten la construcción a los palestinos en Jerusalén; delimitan tierras como zonas a preservar para espacios abiertos; reducen las oportunidades de construir; expropian tierras y excluyen a los palestinos del proceso de planificación municipal. A consecuencia de estas políticas, a los palestinos les resulta prohibitivo conseguir permisos para construcción y sólo les queda la alternativa de edificar sin autorización o marcharse de la ciudad.
En 1975, la comisión local de planificación y construcción presentó un Plan General para la Municipalidad de Jerusalén. Si bien nunca fue ratificado, este plan definió las futuras políticas de construcción de la ciudad. Con respecto a las colonias judías en Jerusalén Este, el plan proponía dos reglas:
La primera era que las colonias rodearán a la ciudad, aislando a la población palestina del interior de la ciudad del resto de Cisjordania.
La segunda regla era evitar que las colonias quedaran aisladas, y garantizar la comunicación entre las colonias de Jerusalén Este y Jerusalén Oeste.
El Plan General no incluía ninguna disposición sobre las necesidades de desarrollo urbano para la población palestina de Jerusalén.
Los palestinos son más de la tercera parte de la población de Jerusalén pero solo pueden construir en 9 de los 124 Km2 de Jerusalén, el 7% de la superficie de la ciudad. El resto de la superficie también está sin planificar, reservada para colonias o zonas verdes. Los proyectos israelíes para el futuro de Jerusalén no consideran como dar solución a esta situación. Por el contrario, según el "Plan General Jerusalén 2000", en el año 2020 casi el 40% de la población de Jerusalén será palestina. Sin embargo, el gobierno israelí intenta mantener una imposible proporción de 30% de palestinos y 70% de judíos en Jerusalén. Y en consecuencia, los funcionarios israelíes de planificación asumen que en Jerusalén Este, en ese año se necesitarán 13.000 viviendas más para los palestinos.
Pero bajo el supuesto más realista de que en 2020 la población palestina de la ciudad represente el 40%, las organizaciones de planificación independientes asumen que se necesitarán 22.800 viviendas más de las que ya están previstas. En consecuencia, si en 2020 Jerusalén Este continúa bajo control israelí, la población palestina de la ciudad tendrá una carencia de 9.800 viviendas.
Por otra parte, con el fin de mantener sus objetivos demográficos, Israel ha decidido priorizar la construcción de colonias, aunque de acuerdo al Plan de 1977 para Jerusalén, ninguna construcción importante se llevara a cabo en Jerusalén Oeste y todas las viviendas patrocinadas por el gobierno deberán ser las de las colonias de Jerusalén Este.
Israel reivindica el derecho a construir colonias en Jerusalén y en todos los territorios ocupados durante la guerra de Oriente Medio de 1967. Según un memorandum de 1997, del Ministerio israelí de Asuntos Exteriores sobre los aspectos jurídicos de la construcción en la colonia de Har Homa, "el Derecho internacional no prohíbe la construcción de colonias en territorio ocupado". Sin embargo, la comunidad internacional, incluidos el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y el Tribunal Internacional de Justicia no admiten esta interpretación del Derecho internacional.
Según la Opinión Consultiva emitida por el Tribunal de Justicia Internacional en 2004 sobre las implicaciones jurídicas de la construcción de un muro en los Territorios Ocupados, "las colonias israelíes que se han construido en el Territorio Palestino Ocupado y en Jerusalén Este infringen el Derecho internacional".
Las colonias israelíes en el área metropolitana de Jerusalén, en Jerusalén Este y sus alrededores de Cisjordania, se construyen formando cuatro círculos en torno a la Ciudad Antigua:
1. La Ciudad Antigua en y fuera del barrio judío;
2. Las zonas que rodean la Ciudad Antigua llamadas por Israel "La Cuenca Sagrada";
3. A lo largo de los límites de la ciudad ;
4. Jerusalén metropolitano, más allá de los límites de la frontera.
Además, algunas colonias, como la Colina Francesa (también conocida como Givat Shapira) o Ma'le Daphna, se han construido para enlazar Jerusalén Oeste con el Monte Scopus. Estas colonias son conocidas como colonias bariah, o "colonias bisagra".
A partir de finales de 2008, la población de Jerusalén Este era de 456.300 personas (lo que representaba el 60% de los habitantes de Jerusalén). De ellos, 195.500 (43%) eran judíos (que forman parte del 40% de población judía de Jerusalén en su totalidad), y 260.800 (57%) eran palestinos.
Hacia finales de ese año, los principales barrios árabes de Jerusalén Este eran: Shuafat (38.800 habitantes), Bait Hanina (27.900 habitantes), Barrio Musulmán (26.300 habitantes), A-Tor con A-Sawana (24.400 habitantes).
Los principales barrios judíos de Jerusalén Este son: Alon (42.200 habitantes), Pisgat Ze'ev (42.100 habitantes), Gilo (26.900 habitantes), Neve Yaakov (20.400 habitantes), Ramat Shlomo (15.100 habitantes) y Talpiot Este (12.200 habitantes).
La Ciudad Antigua cuenta con una población de 36.681 árabes y 3.847 judíos.
Debido a las implicaciones políticas, la cantidad de población palestina que vive en Jerusalén Este es discutible. No se sabe cual es el número exacto de habitantes palestinos en Jerusalén, ni la cantidad de palestinos de Jerusalén que viven fuera de ella. Sin embargo, es evidente que los planes demográficos israelíes han fracasado y que, a pesar de sus políticas segregacionistas y las dificultades impuestas a la población palestina, y a la construcción de colonias, es imposible mantener una clara mayoría [judía] en la ciudad.
Para hacer frente a estas realidades, la Municipalidad de Jerusalén propone modificar los límites municipales, dejando fuera varias barriadas palestinas.
Concretamente, el alcalde de Jerusalén, Nir Barkat, ha sugerido establecer las fronteras de Jerusalén en el trayecto que sigue el Muro de separación lo que privaría de sus derechos de residencia en Jerusalén a más de 50.000 palestinos que viven en el barrio de Kufr Akab y en el campo de refugiados de Shuafat.
En ese caso, Israel habría conseguido por un corto periodo de tiempo su deseada proporción demográfica en Jerusalén, sin embargo la guerra demográfica ya la ha perdido.
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