«En Lugo la gente tiene una idea más cerrada sobre el islamismo que en el sur de España porque aquí somos muchos menos». La tunecina Rabiaa Mouhbi rompe los estereotipos sobre la mujer musulmana. Esta ingeniera agrónoma de 32 años, que ahora está en el paro, tiene un máster en Producción Animal, hizo un doctorado en Agroforestal en la Politécnica de Lugo, habla seis idiomas... y lleva velo por decisión propia. «Creo que fui la primera estudiante que entró en el campus de Lugo con velo.
Al principio la gente se quedó extrañada, pero después estuve encantada con los compañeros, los profesores... Nadie me puso ningún problema», sonríe, mientras toma el té en la casa de una de sus mejores amigas. Es la marroquí Maryama Lahrach, que con 32 años tiene tres hijos, de 10, 9 y 5 años, que están escolarizados en Lugo y juegan al fútbol en el Polvorín. Su marido, Norddin Dahmouni, de 35 años, lleva 19 en España y destaca la importancia de la convivencia entre culturas. «Los verdaderos musulmanes deben vivir como el profeta [Mahoma], que vivía con judíos, con católicos... Y todos en paz», señala.
La familia tiene un bazar en la calle San Roque. A partir del viernes, Maryama y Rabiaa tendrán una mezquita a la que acudir en Lugo. «Queremos que los vecinos de Túnel de Oural estén tranquilos, no vamos a molestar a nadie ni a hacer nada malo, solo queremos rezar y que los niños que nacieron aquí tengan la oportunidad de estudiar el Corán porque no saben leer ni escribir árabe», afirma Maryama.
Indican que les gustaría conocer a la gente que vive en la zona para hablar con ella y que no tenga prejuicios hacia la comunidad. En ese sentido, las dos mujeres señalan que los musulmanes que viven en Lugo tienen muchas dificultades para conseguir alquilar una vivienda. «Ven que eres musulmán y te miran con recelo, aunque luego la gente no tiene pega con nosotros», lamentan.
Islam España es el portal del islam en lengua española , un proyecto de futuro para la convivencia,la cooperación y el diálogo.
Al principio la gente se quedó extrañada, pero después estuve encantada con los compañeros, los profesores... Nadie me puso ningún problema», sonríe, mientras toma el té en la casa de una de sus mejores amigas. Es la marroquí Maryama Lahrach, que con 32 años tiene tres hijos, de 10, 9 y 5 años, que están escolarizados en Lugo y juegan al fútbol en el Polvorín. Su marido, Norddin Dahmouni, de 35 años, lleva 19 en España y destaca la importancia de la convivencia entre culturas. «Los verdaderos musulmanes deben vivir como el profeta [Mahoma], que vivía con judíos, con católicos... Y todos en paz», señala.
La familia tiene un bazar en la calle San Roque. A partir del viernes, Maryama y Rabiaa tendrán una mezquita a la que acudir en Lugo. «Queremos que los vecinos de Túnel de Oural estén tranquilos, no vamos a molestar a nadie ni a hacer nada malo, solo queremos rezar y que los niños que nacieron aquí tengan la oportunidad de estudiar el Corán porque no saben leer ni escribir árabe», afirma Maryama.
Indican que les gustaría conocer a la gente que vive en la zona para hablar con ella y que no tenga prejuicios hacia la comunidad. En ese sentido, las dos mujeres señalan que los musulmanes que viven en Lugo tienen muchas dificultades para conseguir alquilar una vivienda. «Ven que eres musulmán y te miran con recelo, aunque luego la gente no tiene pega con nosotros», lamentan.
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