* "Vamos a rezar, 10 minutos y nos vamos. La gente no tiene por qué estar ahí", afirma Mimon, representante de los musulmanes
* El alcalde reitera que se ajustará a la legalidad y tratará "de dar satisfacción a todos los vecinos"
Los musulmanes aseguran que no pretenden causar problemas en el barrio de escritores. "La gente no va a hacer algo que no se pueda hacer, lo vamos a hacer bien", ha señalado a eldecano.es Mimón, representante hace años de la comunidad musulmana en Guadalajara. "Vamos a ir a rezar, cinco veces al día, estamos 10 minutos, y luego nos vamos. La gente no tiene por qué estar ahí", señala este musulmán, con ayuda de su hija, que habla mejor español.
Es viernes, día grande para el Islam, similar al domingo católico, y el momento de máxima afluencia en la mezquita de Guadalajara, situada en la calle Cervantes. Las puertas están abiertas desde la 1:00 de la tarde para la entrada de los fieles, que van llegando por goteo. Aseguran que más de 200 personas pueden llegar a juntarse a las 2:30, cuando comienza el rezo más importante de la semana, que dura casi una hora. El local, durante años ocupado por una tienda de alimentos congelados, tiene todo el suelo cubierto por moqueta. A la entrada, unas taquillas para dejar el calzado, hacen una pequeña separación hacia una sala amplia y diáfana, intercalada por columnas.
Este local de alquiler, de alrededor de 175 metros cuadrados, no es suficiente para acoger a los fieles. Por eso han adquirido dos bajos contiguos en el barrio de Escritores, con los que sumarán más de 500 metros. "Lo hemos comprado con el dinero que ha dado la gente, y alguna organización, pero casi todo es de la gente", explica Mimon a través de su hija. Ahora esperan la licencia para hacer las reformas.
Otro de los motivos, apunta uno de los fieles, es que será un lugar más apartado y tranquilo, porque en pleno centro de la ciudad hay mucho paso de coches y peatones. En la nueva mezquita, además, podrán rezar las mujeres, ya que en el local actual no hay suficiente espacio para hacer una separación por sexos, según indica su religión. Si el Ayuntamiento lo permite, harán puertas separadas para la entrada de unos y otras.
"Nosotros no queremos problemas", asegura la hija de Mimon, que añade que "ahora no tenemos ningún problema y nunca nadie nos ha dicho nada". En cuanto a los temores de algunos vecinos del barrio de Escritores, señala que están acostumbrados al "rechazo en todas partes". Y rebaten el argumento usado por los vecinos de la falta del aparcamiento: "La mayoría de la gente no va a usar coches".
Garantizar la convivencia
El alcalde de Guadalajara, Antonio Román, se ha referido este viernes al proyecto de la mezquita, insistiendo en que aún no tiene concedida la licencia de obras (no es necesaria la de actividad), solicitada por un particular. Ante las preguntas de los periodistas, Román ha señalado que los servicios técnicos están estudiando la documentación, y que la decisión "se ajustará a la legalidad".
El regidor ha asegurado que comprende la situación de los vecinos del barrio y ha añadido que quiere "garantizar la convivencia, la seguridad y el cumplimiento de las ordenanzas". "Trataremos de dar satisfacción a todos los vecinos", ha sentenciado.
Islam España es el portal del islam en lengua española , un proyecto de futuro para la convivencia,la cooperación y el diálogo.
* El alcalde reitera que se ajustará a la legalidad y tratará "de dar satisfacción a todos los vecinos"
Los musulmanes aseguran que no pretenden causar problemas en el barrio de escritores. "La gente no va a hacer algo que no se pueda hacer, lo vamos a hacer bien", ha señalado a eldecano.es Mimón, representante hace años de la comunidad musulmana en Guadalajara. "Vamos a ir a rezar, cinco veces al día, estamos 10 minutos, y luego nos vamos. La gente no tiene por qué estar ahí", señala este musulmán, con ayuda de su hija, que habla mejor español.
Es viernes, día grande para el Islam, similar al domingo católico, y el momento de máxima afluencia en la mezquita de Guadalajara, situada en la calle Cervantes. Las puertas están abiertas desde la 1:00 de la tarde para la entrada de los fieles, que van llegando por goteo. Aseguran que más de 200 personas pueden llegar a juntarse a las 2:30, cuando comienza el rezo más importante de la semana, que dura casi una hora. El local, durante años ocupado por una tienda de alimentos congelados, tiene todo el suelo cubierto por moqueta. A la entrada, unas taquillas para dejar el calzado, hacen una pequeña separación hacia una sala amplia y diáfana, intercalada por columnas.
Este local de alquiler, de alrededor de 175 metros cuadrados, no es suficiente para acoger a los fieles. Por eso han adquirido dos bajos contiguos en el barrio de Escritores, con los que sumarán más de 500 metros. "Lo hemos comprado con el dinero que ha dado la gente, y alguna organización, pero casi todo es de la gente", explica Mimon a través de su hija. Ahora esperan la licencia para hacer las reformas.
Otro de los motivos, apunta uno de los fieles, es que será un lugar más apartado y tranquilo, porque en pleno centro de la ciudad hay mucho paso de coches y peatones. En la nueva mezquita, además, podrán rezar las mujeres, ya que en el local actual no hay suficiente espacio para hacer una separación por sexos, según indica su religión. Si el Ayuntamiento lo permite, harán puertas separadas para la entrada de unos y otras.
"Nosotros no queremos problemas", asegura la hija de Mimon, que añade que "ahora no tenemos ningún problema y nunca nadie nos ha dicho nada". En cuanto a los temores de algunos vecinos del barrio de Escritores, señala que están acostumbrados al "rechazo en todas partes". Y rebaten el argumento usado por los vecinos de la falta del aparcamiento: "La mayoría de la gente no va a usar coches".
Garantizar la convivencia
El alcalde de Guadalajara, Antonio Román, se ha referido este viernes al proyecto de la mezquita, insistiendo en que aún no tiene concedida la licencia de obras (no es necesaria la de actividad), solicitada por un particular. Ante las preguntas de los periodistas, Román ha señalado que los servicios técnicos están estudiando la documentación, y que la decisión "se ajustará a la legalidad".
El regidor ha asegurado que comprende la situación de los vecinos del barrio y ha añadido que quiere "garantizar la convivencia, la seguridad y el cumplimiento de las ordenanzas". "Trataremos de dar satisfacción a todos los vecinos", ha sentenciado.
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