Manifestantes en Londres protestaron contra una visita de Geert Wilders en marzo pasado.
Un tribunal acusa a Wilders de ofender a la comunidad religiosa musulmana. Las fuerzas de seguridad en Berlín se preparan para la visita del populista holandés Geert Wilders, que exhortará a los alemanes a unirse a un frente internacional contra el Islam. No faltarán las protestas.
El político islamófobo holandés pronunciará una conferencia titulada “El Islam y la integración”, ante un público que habrá pagado la entrada para escucharlo. El lugar del evento no ha sido aún revelado por razones de seguridad. El líder del Partido para la Libertad (PVV), conocido por sus posturas hostiles hacia el Islam fue invitado por el ex-diputado alemán René Stadtkewitz que fue expulsado del grupo cristianodemócrata del Parlamento regional de Berlín por su adhesión explícita a las tesis del político holandés.
Stadtkewitz anunció su propósito de crear un nuevo partido político, al que ha llamado “Die Freiheit” (La Libertad), con el que quiere postularse a las elecciones regionales berlinesas en el 2011 y posteriormente a las elecciones generales. El acto al lado del político holandés, será la plataforma de lanzamiento del partido de Stadtkewitz ante el electorado, con el que quiere atraer a los votantes indecisos y a los inconformes con los grandes partidos.
La canciller alemana, Angela Merkel, presidenta de la Unión Cristianodemócrata (CDU), lamentó durante una intervención ante la comisión parlamentaria en el Bundestag, la participación del partido de Wilders en el gobierno de minoría holandés. Merkel recordó el boicot de la Unión Europea contra el político ultraderechista austríaco Jörg Haider hace diez años, pero no se manifestó expresamente en contra de una cooperación con el nuevo gobierno de La Haya.
En Holanda las declaraciones de Merkel fueron recibidas con incomprensión. “No es asunto de Merkel el cómo constituimos un gobierno en Holanda”, tituló airado el diario “De Telegraaf” su comentario editorial. “La canciller alemana debiera explicar lo que quiere decir pero mejor sería que no abriera la boca”, señala el diario. Tras las elecciones parlamentarias en junio pasado el Partido para la Libertad de Wilders se convirtió sorpresivamente en la tercera fuerza política y ahora integra la coalición del nuevo gobierno de minoría.
Provocaciones a musulmanes
Wilders se ha propuesto reducir la entrada de inmigrantes a Holanda hasta en un 50%, para lo que endurecerá la política de inmigración. También ha anunciado su intención de prohibir el velo islámico, cerrar las mezquitas y reducir la ayuda social a los ciudadanos musulmanes. El político holandés no ha tenido ningún reparo en calificar al Islam como la base de una ideología facista.
El político holandés no se conforma con el respaldo holandés y se ha propuesto extender su movimiento a otros países como Alemania, Gran Bretaña, Francia, Estados Unidos y Canadá para conformar una alianza internacional anti-islámica. Sus estridentes apariciones en público le han cosechado una serie de demandas de organizaciones antiracistas y musulmanas y un tribunal en Amsterdam abrió un proceso en su contra en enero pasado acusándolo de conjurar el odio y ofender a la comunidad religiosa musulmana.
La próxima semana continúa el proceso contra Wilders en Amstardam, que podría tener como desenlace un año de cárcel y una multa de hasta 7.600 euros. En Berlín el político de 47 años es esperado con protestas y sólo un fuerte cerco policial podrá garantizar su seguridad. (Autora: Eva Usi)(Editor: José Ospina-Valencia)
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