viernes, 17 de septiembre de 2010

Milán, Lleida y el Islam: el discurso político multicultural se estrella en la práctica

Lleida,17/09/2010,ForumLibertas.com

Los musulmanes en Lleida tienen que ejercer su fe en la calle

Mientras la localidad catalana clausura una mezquita por exceso de foro sin que el Ayuntamiento ofrezca soluciones, los políticos de la Liga Norte aíslan al cardenal de Milán en su defensa de los derechos de los inmigrantesImágenes

Recientemente se ha producido un paralelismo entre sendos hechos sobre una mezquita acontecidos en Lleida y Milán. En ambas ciudades, los fieles de credo musulmán tienen marcadas deficiencias para poder ejercer su fe porque no tienen un espacio adecuado a las necesidades de la comunidad.

En el caso de Milán, el cardenal Dionigi Tettamanzi, arzobispo de la ciudad lombarda, realiza una constante defensa de los derechos de los inmigrantes. Desde hace tiempo defiende la construcción de una mezquita en la capital milanesa para que la creciente población musulmana disponga de un lugar digno para el culto.

Sin embargo, esta postura integradora del cardenal de 72 años, una figura respetada y de gran autoridad moral, levanta ampollas en los integrantes de la Liga Norte, que integra tendencias xenófobas.

El órgano oficial del partido de Humberto Bossi, La Padania, le recordaba al cardenal Tettamanzi en una carta abierta que no se debería ser tan generosos cuando en países musulmanes como Arabia Saudí están prohibidas las iglesias. Tiempo atrás Bossi ya había atacado al purpurado lombardo preguntándole si era un cardenal o un imán.

Lleida y los musulmanes

La ciudad catalana de Lleida clausuraba esta semana por segunda vez la mezquita de la localidad por exceso de aforo. No obstante, el Ayuntamiento socialista no plantea soluciones o alternativas al espacio deshabilitado. Desde algunos foros políticos se habla de multiculturalidad e integración, pero la realidad es que ese discurso se estrella con la práctica.

El cierre de la mezquita constituye el segundo en los últimos dos meses después de que sendos controles de la Guardia Urbana detectara que el local triplicaba el aforo máximo, que es de 240 personas. El alcalde de Lleida, el socialista Àngel Ros, manifestó que esta vez el cierre podría ser por un periodo más largo o definitivo.

La orden de suspensión de la actividad de esta mezquita, la que acoge un mayor número de fieles en sus rezos diarios, se fundamenta en la ley de centros de culto, que establece el cierre de los locales que infrinjan las normas sobre aforo y seguridad. El Consistorio permitió en la anterior ocasión su apertura porque la comunidad islámica se comprometió a efectuar un control del aforo.

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