El ex gestor del Astrology Fund, Henry Weingar, observó que las estrellas podían ser el recurso definitivo para guiar las inversiones. De hecho, asegura haber adelantado fenómenos económicos por el estudio de los astros. El desplome del mercado chino, debido al eclipse lunar de 2007, o la escalada del precio del petróleo de 2006, han sido algunas de sus profecías más famosas.
Tal vez este método de gestión no era el más adecuado y el propio Weingar decidió cerrar el fondo. Pero las firmas de gestión logran interesantes negocios con productos alternativos para inversores muy específicos.
En los mercados financieros tienen cabida los amantes del vino, las distintas religiones e incluso, el ocio. Muchos buscan un valor añadido en los títulos en los que invierten, que sean socialmente responsables, que protejan a determinados colectivos y que no inviertan en industrias como la pornografía, entre otros ejemplos.
En España, Fortis Gesbeta_(BNP Paribas) cuenta con un fondo de inversión dirigido a los católicos: Compromiso Fondo Ético, que invierte según los preceptos de la doctrina social de la Iglesia católica. Por tanto, quedan vetadas las inversiones en todas aquellas empresas dedicadas al sector armamentístico y militar, así como las relacionadas con el tabaco y el sexo.
Su evolución no ha sido positiva en el último año y su máximo anual lo consiguió en enero. Víctor Alvargonzález, de Profim, explica que en el mundo anglosajón tienen una larga tradición. La filantropía es una cuestión muy arraigada en esta cultura y por eso “es muy común hacer donaciones a fundaciones a través de fondos. Se busca ganar dinero con la seguridad de que no se atenta contra los valores y principios del inversor”.
Los fondos musulmanes, conocidos como Amana Funds, se rigen por el código de derecho islámico, la shariah. Son las propias autoridades islámicas las que velan para que las inversiones no se dirijan a empresas cárnicas, de armas, dedicadas al ocio e incluso el sector financiero, porque el Corán prohibe cobrar intereses.
El fondo de la Banca March Vini Catena, lanzado en diciembre de 2009, apuesta por empresas que participan en la cadena de valor del vino a partir de una inversión mínima de 6.000 euros, y hasta el 30 de junio acumulaba una rentabilidad del 9,25%.
Para todos los perfiles
Para contrarrestar el veto por parte de algunos grandes inversores, las tabacaleras Philip Morris, British American Tobacco y la empresa de casinos y hoteles Wynn Resorts, han creado el Vice Fund. Se revaloriza más de un 2% desde julio de 2009 y acumula una rentabilidad anualizada del 19%. En el primer trimestre de 2010 alcanzó una rentabilidad del 6,34%.
Alvargonzález achaca el éxito de estos fondos a que productos como el tabaco “son muy defensivos. Es decir, no se ven muy afectados por los ciclos económicos y la gente los sigue consumiendo a pesar de todo”. La inversión mínima es de 2.000 dólares y se accede a una cartera con 36 empresas cotizadas.
La firma privada Pomegranate Capital quiso demostrar que las mujeres gestionan mejor sus carteras con un fondo exclusivo para ellas. Y la escuela de negocios William & Mary Manson School of Business abrió un fondo para que sus alumnos del último curso del máster practicasen. Parece que el acierto en las inversiones de los benjamines del mercado les ha reportado importantes beneficios.
Entre los fondos de inversión exclusivos no podía faltar uno dirigido a los gays cuyo perfil social se identifica con el término dinks –double income, no kids– doble ingreso y sin hijos.
Sólo en España, este colectivo mueve anualmente cerca de 57.500 millones de euros. Su nivel de gasto en ocio y de ahorro son superiores a los del resto de la población. El fondo Sentinel Sustainable Core Opportunities, que invierte en empresas que protegen a sus empleados gays y lesbianas, se ha revalorizado casi un 16% en el año.
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