El parlamento español rechazó el martes una propuesta para prohibir a las mujeres usar el burka o cualquier velo integral islámico que oculte el rostro en espacios públicos, en un debate similar al que se está llevando a cabo en otros países de Europa.
El plan del principal grupo opositor, el conservador Partido Popular, se presentó como un intento por preservar los derechos de las mujeres, pero los analistas lo interpretaron como un movimiento para debilitar al gobierno socialista, muy tocado por la crisis económica, el desempleo y las malas perspectivas de crecimiento.
La propuesta, que no era vinculante, fue rechazada por el pleno de la cámara baja con 183 votos en contra, 162 a favor y dos abstenciones.
El debate en torno al burka parece algo extraño en un país donde no es habitual ver mujeres cubiertas con velo. Con más de 46 millones de habitantes en España, apenas un millón son musulmanes y la mayoría proceden de Marruecos y la zona del Magreb, en el norte de Africa, donde el burka no es una prenda habitual.
Mansur Escudero, presidente de la Junta Islámica de España, explicó que la última vez que vio una mujer con burka en España fue en el municipio costero de Marbella, y dijo que probablemente era una turista.
``Este debate se ha utilizado políticamente para buscar apoyos electorales'', dijo Escudero.
Una resolución similar, no vinculante y que sólo funciona como recomendación general al ejecutivo, fue aprobada en el Senado en junio. Entonces, el ministro de Justicia Francisco Caamaño aseguró que el burka es difícilmente compatible con la dignidad humana.
El ayuntamiento de Barcelona, de mayoría socialista, se unió el mes pasado a otras pequeñas localidades españolas prohibiendo el uso del burka en edificios municipales, pero el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero se opone a extender dicha prohibición a cualquier espacio público.
Un portavoz socialista recalcó que restringir estas prendas pondría a las mujeres entre la espada y la pared: salir a la calle y violar la ley o permanecer encerradas en casa.
``Queremos evitar colocar en una doble cárcel a las mujeres que viven en esta situación'', afirmó el parlamentario Eduardo Madina.
En las filas del conservador PP, José Luis Ayllón manifestó que la iniciativa ayudaría a preservar ``la dignidad y la igualdad de todas las mujeres en España'' porque, argumentó, el uso del velo integral ``excede de la simbología religiosa''.
Para la mayoría de los analistas, el Partido Popular está tratando de ganar apoyo entre un sector de la población castigada por la crisis, que no ve con buenos ojos la presencia de inmigrantes.
``El PP está lanzando el mensaje de que no se olvida de los problemas del multiculturalismo y la inmigración'', explicó Ramón Cotarelo, profesor de Ciencias Políticas en la Universidad Complutense de Madrid.
Cotarelo admitió que es entendible que la gente lleve ropa que permita ver su rostro en edificios públicos por razones de seguridad, pero afirmó que una prohibición total sería un ataque a las libertades civiles.
La semana pasada, la cámara baja francesa aprobó por abrumadora mayoría una prohibición sobre los velos islámicos tipo burka para proteger los valores franceses.
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