La deportación de Camboya de veinte uigures que habían solicitado asilo político recuerda que la represión de Pekín contra esta minoría va más allá de sus fronteras, afirmó la líder uigur Rebiya Kadeer.En un artículo que publica hoy el diario The Wall Street Journal, Kadeer aseguró que la deportación representa también "una señal de la capacidad cada vez mayor de China de resistir la presión internacional acerca de sus violaciones de los derechos humanos".
"A medida que la influencia económica china crece en Asia y todo el mundo, también lo hace su poder diplomático", explicó la líder de esta minoría musulmana china, exiliada en EE.UU..
Según Kadeer, "los Gobiernos de los países vecinos de china son renuentes a tomar cualquier medida que pueda molestar a las autoridades chinas, lo que deja a los uigures sin ningún lugar para refugiarse".
Los veinte uigures, que habían escapado en julio de la región de Xinjiang tras los enfrentamientos registrados entre las fuerzas de seguridad chinas y manifestantes de esa minoría, habían solicitado asilo político en Phnom Penh.
Pese a las protestas de la ONU, del Gobierno de EE.UU. y de numerosas organizaciones en favor de los derechos humanos, el Gobierno camboyano ordenó su deportación, la cual se cumplió el pasado sábado.
"El historial de China de maltratos a los refugiados uigures repatriados nos hace temer lo que vayan a encarar en suelo chino", aseguró Kadeer.
La líder del Congreso Mundial Uigur recordó que los veinte deportados fueron devueltos a China en vísperas de la visita a Camboya del vicepresidente de la República Popular, Xi Jinping.
La decisión del Gobierno camboyano, cree Kadeer, "sin duda estuvo influida por una enorme presión china, respaldada por cientos de millones de dólares en ayuda".
La líder uigur instó a EE.UU. y al resto del mundo a exigir a China que trate a los uigures repatriados de acuerdo con la ley y se interese por el trato a estos detenidos.
"Si hay que mantener la esperanza sobre la seguridad y el bienestar de estos uigures, es vital que las potencias mundiales continúen presionando a China", sostuvo.
Amnistía Internacional ha asegurado que los veinte civiles serán torturados puesto que huyeron de los disturbios de junio en Xinjiang, que se saldaron con casi 200 muertos y más de 1.600 heridos.
Los uigures de Xinjiang, antaño dominada por musulmanes descendientes de los turcomanos y que cuenta con enormes reservas de recursos naturales, denuncian que son explotados por los colonos de la etnia mayoritaria han.
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