El escritor y abogado español Ildefonso Falcones, autor de novela histórica más vendida en España, afirmó hoy en Miami (EE.UU.) que los musulmanes inmigrantes deben asumir que la integración conlleva el respeto al sistema de derecho y libertades de los países de acogida.
En ese sentido, manifestó su gran preocupación por el rechazo de una parte de la comunidad musulmana inmigrante en España a respetar las "leyes, los derechos civiles y el ordenamiento jurídico constitucional".
"Es un problema serio, no por la acogida. A los españoles no se les puede pedir más esfuerzo a favor de la integración", agregó Falcones, quien presentó hoy en la Feria Internacional del Libro de Miami su segunda aventura literaria, "La mano de Fátima".
Se trata de nuevo de una novela histórica, un relato emocionante de casi mil páginas ambientado en la Andalucía de finales del siglo XVI, con la insurrección y expulsión de los moriscos como telón de fondo.
En una entrevista con Efe, Falcones, quien eligió a Julio César como su personaje histórico favorito, destacó que no le resulta molesto que algún crítico pueda calificar su novela de "folletín histórico" bien documentado.
Más bien todo lo contrario pues cree que un relato tiene que "divertir y entretener" y, en el caso de la novela histórica, además de "enganchar al lector", debe proporcionar datos históricos ciertos.
En ese contexto, confesó que le gustaría sentirse heredero de los grandes narradores de los "mundos y folletines aventuras" como Alejandro Dumas. "Es lo que me gusta leer y pretendo trasladar" a mis lectores, añadió.
Reconoce que no se hunde en la lectura de novelas con espíritu crítico y comenta que lee cuanto cae en sus manos, aunque jamás relee.
Nunca frío registrador de los acontecimientos históricos y los hechos, exige que la literatura sea "ágil", una virtud que debe estar acompañada por una prosa que "no sea rebuscada ni lírica, que no se recree en ella misma".
"Me gusta leer y que pasen cosas", acotó Falcones, que lleva treinta años ejerciendo el Derecho y cuya primera novela "La catedral del mar", que se ha publicado en 46 países y lleva más 4 millones de ejemplares vendidos sólo en español.
Tres años ha tardado este abogado barcelonés en el proceso de escritura y documentación histórica, en el que ha consultado mas de 200 libros de la biblioteca virtual Cervantes. Un tiempo no exento de anécdotas, como la que vivió en las Alpujarras.
Camino a pie hacia el castillo de Juviles, preguntó el autor a un campesino, que daba en ese momento de comer a unas gallinas, si se hallaba cerca el castillo, a lo que el labriego contestó: "¿qué, viene usted a buscar los tesoros?"
Preguntado por esa visión histórica que defiende una pretendida convivencia y simbiosis cultural entre cristianos y musulmanes durante siglos, Falcones aclaró que "no es cierto que hayan convivido amistosamente". "No se puede hablar de esa convivencia idílica que nos pretender vender", sostuvo.
Así, en la época del Califato, se permitía "la práctica de la religión cristiana, pero extramuros, y no podía ser pública". Además, prosiguió, los cristianos estaban obligados a pagar más impuestos que los musulmanes.
Una serie de obligaciones y restricciones, que se producían también respecto de los musulmanes en el dominio de los cristianos.
En cuanto al éxodo y expulsión final de los moriscos (los musulmanes que permanecieron en España una vez finalizada la Reconquista), recordó que "eran tan españoles como nosotros" y que llevaban siglos en la Península.
Se refirió a continuación a la baja calidad de la enseñanza en España, un "desastre" del que hizo responsable en buena parte a la Ordenación General del Sistema Educativo (LOGSE).
"Faltan principios y no existe la cultura del esfuerzo. Ésta ha desaparecido por completo", dijo, al tiempo que criticó el "provincianismo" de la enseñanza en Cataluña, en la que se estudia la historia catalana y no la española".
Finalmente, a los estudiantes que desean iniciarse en los placeres de la novela histórica, les recomendó la lectura de "Sinuhé, el egipcio", de Mika Waltari.
Islam España es el portal del islam en lengua española , un proyecto de futuro para la convivencia,la cooperación y el diálogo.
En ese sentido, manifestó su gran preocupación por el rechazo de una parte de la comunidad musulmana inmigrante en España a respetar las "leyes, los derechos civiles y el ordenamiento jurídico constitucional".
"Es un problema serio, no por la acogida. A los españoles no se les puede pedir más esfuerzo a favor de la integración", agregó Falcones, quien presentó hoy en la Feria Internacional del Libro de Miami su segunda aventura literaria, "La mano de Fátima".
Se trata de nuevo de una novela histórica, un relato emocionante de casi mil páginas ambientado en la Andalucía de finales del siglo XVI, con la insurrección y expulsión de los moriscos como telón de fondo.
En una entrevista con Efe, Falcones, quien eligió a Julio César como su personaje histórico favorito, destacó que no le resulta molesto que algún crítico pueda calificar su novela de "folletín histórico" bien documentado.
Más bien todo lo contrario pues cree que un relato tiene que "divertir y entretener" y, en el caso de la novela histórica, además de "enganchar al lector", debe proporcionar datos históricos ciertos.
En ese contexto, confesó que le gustaría sentirse heredero de los grandes narradores de los "mundos y folletines aventuras" como Alejandro Dumas. "Es lo que me gusta leer y pretendo trasladar" a mis lectores, añadió.
Reconoce que no se hunde en la lectura de novelas con espíritu crítico y comenta que lee cuanto cae en sus manos, aunque jamás relee.
Nunca frío registrador de los acontecimientos históricos y los hechos, exige que la literatura sea "ágil", una virtud que debe estar acompañada por una prosa que "no sea rebuscada ni lírica, que no se recree en ella misma".
"Me gusta leer y que pasen cosas", acotó Falcones, que lleva treinta años ejerciendo el Derecho y cuya primera novela "La catedral del mar", que se ha publicado en 46 países y lleva más 4 millones de ejemplares vendidos sólo en español.
Tres años ha tardado este abogado barcelonés en el proceso de escritura y documentación histórica, en el que ha consultado mas de 200 libros de la biblioteca virtual Cervantes. Un tiempo no exento de anécdotas, como la que vivió en las Alpujarras.
Camino a pie hacia el castillo de Juviles, preguntó el autor a un campesino, que daba en ese momento de comer a unas gallinas, si se hallaba cerca el castillo, a lo que el labriego contestó: "¿qué, viene usted a buscar los tesoros?"
Preguntado por esa visión histórica que defiende una pretendida convivencia y simbiosis cultural entre cristianos y musulmanes durante siglos, Falcones aclaró que "no es cierto que hayan convivido amistosamente". "No se puede hablar de esa convivencia idílica que nos pretender vender", sostuvo.
Así, en la época del Califato, se permitía "la práctica de la religión cristiana, pero extramuros, y no podía ser pública". Además, prosiguió, los cristianos estaban obligados a pagar más impuestos que los musulmanes.
Una serie de obligaciones y restricciones, que se producían también respecto de los musulmanes en el dominio de los cristianos.
En cuanto al éxodo y expulsión final de los moriscos (los musulmanes que permanecieron en España una vez finalizada la Reconquista), recordó que "eran tan españoles como nosotros" y que llevaban siglos en la Península.
Se refirió a continuación a la baja calidad de la enseñanza en España, un "desastre" del que hizo responsable en buena parte a la Ordenación General del Sistema Educativo (LOGSE).
"Faltan principios y no existe la cultura del esfuerzo. Ésta ha desaparecido por completo", dijo, al tiempo que criticó el "provincianismo" de la enseñanza en Cataluña, en la que se estudia la historia catalana y no la española".
Finalmente, a los estudiantes que desean iniciarse en los placeres de la novela histórica, les recomendó la lectura de "Sinuhé, el egipcio", de Mika Waltari.
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