Barcelona,18-06-2009,sport.es,Esther Blasco.
El africano se ha ganado la confianza de Guardiola gracias a su combinación de fuerza, técnica y potencia de tiro
Salido de los campos de tierra de Bamako, se ha labrado su buena fama gracias a su polivalencia y humildad
Los campos de tierra de Bamako (Mali) fueron el escenario de su primer contacto con un balón. Mientras jugaba distraído junto a sus once hermanos poco podía pensar en que años después su futuro estaría lejos de uno de los países más pobres de Africa, en Europa, y todavía menos que formaría parte de un equipo que ya ha hecho historia. Pero el chaval tenía madera y su tío Salif lo reclutó para su escuela de futbolistas, el JS Centre Salif Keita. El pequeño no podía recalar en un lugar mejor, puesto que aquel familiar había hecho historia años antes en el mundo del fútbol, convirtiéndose en el Primer Balón de Oro de Africa (1970) y uno de los africanos pioneros en triunfar en el fútbol europeo.
Seydou Keita (Bamako, 16-1-1980) se trata, probablemente, de uno de los jugadores más discretos, humildes y tranquilos que ha pisado el césped del Camp Nou. Por regla general, una enorme y sincera sonrisa predomina en su rostro, gesto que a su vez le ayuda a sobreponerse a los pequeños problemas lingüísticos que tiene todavía, pero que no le impiden pregonar su fe musulmana y su devoción a Alá.
El malí empezó a hacerse un nombre en el mundo del fútbol tras su llegada al Olympique de Marsella, a los 19 años. Tras una temporada en la Costa Azul, Seydou viajó hasta la Bretaña para enrolarse en el FC Lorient, pero sin apenas tiempo para instalarse, Keita fichó por el Lens, donde permaneció cinco temporadas. El africano se adaptó rápidamente a la manera de vivir de su nuevos vecinos, una localidad de marcado carácter obrero.
Su última temporada en el norte de Francia fue simplemente espectacular. Keita jugó 37 partidos y marcó 11 goles, una cifra sorprendente para un jugador de medio campo. Su brillante campaña llamó la atención de varios equipos de toda Europa, pero fue el Sevilla quien se hizo con sus servicios.
El africano siempre ha reconocido que durante su año en la capital hispalense fue muy feliz. El carácter abierto de la gente y el sentimiento religioso que regenta la ciudad hizo que Seydou se integrara en poco tiempo en el día a día de la ciudad y el club, donde la presencia de su compatriota Frederic Kanouté le fue de gran ayuda. Un total de 38 partidos, seis goles y la victoria en la Supercopa de España volvió a colocar al malí en el punto de mira de muchos equipos, a pesar de que su contrato con el Sevilla era para tres temporadas más.
Keita pasará a la historia por convertirse en el primer fichaje de la era Pep Guardiola. El míster coincidió con Txiki Begiristain a la hora de mostrarse convencido de que las cualidades del centrocampista encajarían perfectamente en el nuevo esquema del FC Barcelona. El 26 de mayo de 2008, el club pagó la cláusula de 14 millones de euros y Seydou empezó la etapa más fructífera de su carrera deportiva.
El centrocampista ha destacado durante todo el año por su polivalencia que incluso hizo que Guardiola se planteara colocarle como lateral en la final de Champions. Su fuerza física, buena técnica y potencia de tiro le convierten en un comodín imprescindible en los planes de Pep Guardiola.
Islam España es el portal del islam en lengua española , un proyecto de futuro para la convivencia,la cooperación y el diálogo.
El africano se ha ganado la confianza de Guardiola gracias a su combinación de fuerza, técnica y potencia de tiroSalido de los campos de tierra de Bamako, se ha labrado su buena fama gracias a su polivalencia y humildad
Los campos de tierra de Bamako (Mali) fueron el escenario de su primer contacto con un balón. Mientras jugaba distraído junto a sus once hermanos poco podía pensar en que años después su futuro estaría lejos de uno de los países más pobres de Africa, en Europa, y todavía menos que formaría parte de un equipo que ya ha hecho historia. Pero el chaval tenía madera y su tío Salif lo reclutó para su escuela de futbolistas, el JS Centre Salif Keita. El pequeño no podía recalar en un lugar mejor, puesto que aquel familiar había hecho historia años antes en el mundo del fútbol, convirtiéndose en el Primer Balón de Oro de Africa (1970) y uno de los africanos pioneros en triunfar en el fútbol europeo.
Seydou Keita (Bamako, 16-1-1980) se trata, probablemente, de uno de los jugadores más discretos, humildes y tranquilos que ha pisado el césped del Camp Nou. Por regla general, una enorme y sincera sonrisa predomina en su rostro, gesto que a su vez le ayuda a sobreponerse a los pequeños problemas lingüísticos que tiene todavía, pero que no le impiden pregonar su fe musulmana y su devoción a Alá.
El malí empezó a hacerse un nombre en el mundo del fútbol tras su llegada al Olympique de Marsella, a los 19 años. Tras una temporada en la Costa Azul, Seydou viajó hasta la Bretaña para enrolarse en el FC Lorient, pero sin apenas tiempo para instalarse, Keita fichó por el Lens, donde permaneció cinco temporadas. El africano se adaptó rápidamente a la manera de vivir de su nuevos vecinos, una localidad de marcado carácter obrero.
Su última temporada en el norte de Francia fue simplemente espectacular. Keita jugó 37 partidos y marcó 11 goles, una cifra sorprendente para un jugador de medio campo. Su brillante campaña llamó la atención de varios equipos de toda Europa, pero fue el Sevilla quien se hizo con sus servicios.
El africano siempre ha reconocido que durante su año en la capital hispalense fue muy feliz. El carácter abierto de la gente y el sentimiento religioso que regenta la ciudad hizo que Seydou se integrara en poco tiempo en el día a día de la ciudad y el club, donde la presencia de su compatriota Frederic Kanouté le fue de gran ayuda. Un total de 38 partidos, seis goles y la victoria en la Supercopa de España volvió a colocar al malí en el punto de mira de muchos equipos, a pesar de que su contrato con el Sevilla era para tres temporadas más.
Keita pasará a la historia por convertirse en el primer fichaje de la era Pep Guardiola. El míster coincidió con Txiki Begiristain a la hora de mostrarse convencido de que las cualidades del centrocampista encajarían perfectamente en el nuevo esquema del FC Barcelona. El 26 de mayo de 2008, el club pagó la cláusula de 14 millones de euros y Seydou empezó la etapa más fructífera de su carrera deportiva.
El centrocampista ha destacado durante todo el año por su polivalencia que incluso hizo que Guardiola se planteara colocarle como lateral en la final de Champions. Su fuerza física, buena técnica y potencia de tiro le convierten en un comodín imprescindible en los planes de Pep Guardiola.
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