Trabajadores jordanos cuelgan un cartel de bienvenida al papa Benedicto XVI en Madaba, 25 kms al suroeste de Amán.khalil mazraawi (AFP)La visita del papa Benedicto XVI a Tierra Santa vuelve a poner en el centro de atención las delicadas relaciones entre el Vaticano y los musulmanes, marcadas por sus polémicas declaraciones que vinculaban el islam a la violencia.
Los Hermanos Musulmanes de Jordania, y su poderoso brazo político el Frente de Acción Islámica (FAI), insisten en que el Papa, que visita el reino entre el 8 y el 11 de mayo antes de viajar a Israel y los territorios Palestinos, se disculpe públicamente por sus declaraciones "contra el islam y el profeta Mahoma".
"El gobierno debería presionar para que el Papa se disculpe por haber ofendido a 1.500 millones de musulmanes en el mundo", escribió Zaki Bani Rsheid, al frente del FAI, el mes pasado en una misiva dirigida al primer ministro jordano Nader Dahabi.
"Si no lo hace no será bienvenido en Jordania y rechazaremos su visita", sostuvo.
Para los musulmanes, fresco está en la mente el discurso que pronunció Benedicto XVI en septiembre de 2006 en una universidad alemana en el que citó a un emperador cristiano del medioevo que criticaba las enseñanzas de Mahoma tildándolo de "maligno e inhumano".
Sus palabras fueron el detonante de días de protestas, a veces violentas, en los países musulmanes, incluyendo Jordania, y obligaron al Sumo Pontífice a rectificar lamentando cualquier ofensa y atribuyendo el enojo de los musulmanes a un "desafortunado malentendido".
Benedicto XVI también se reunió con los embajadores en el Vaticano de países musulmanes, que mantienen estrechos lazos con varias organizaciones islámicas en el mundo.
Sin embargo el gesto más asombroso fue el de postrarse como un fiel musulmán en la Mezquita Azul de Estanbul junto a un dignatario musulmán durante su visita a Turquía en noviembre de 2006.
Otra iniciativa destacada fue la de la creación de un foro católico-musulmán, que tuvo su primera reunión en noviembre al término de la cual emitió un llamado conjunto a la libertad religiosa, la paz y un mundo más justo.
Pero en Jordania, el portavoz de los Hermanos Musulmanes, Abu Baker, pidió que el Papa pospusiera su viaje.
"Su visita a la región debería reflejar coexistencia entre musulmanes y cristianos. Posturas provocativas no sirven a ese propósito", dijo Abu Baker en el sitio internet del movimiento.
A pesar de la oposición de los islamistas, el gobierno se está preparando para recibir al Papa en el reino hachemí, donde viven unos 200.000 cristianos, la mitad católicos, entre los seis millones de habitantes.
"El gesto del Papa de iniciar su peregrinación a Tierra Santa por Jordania es un signo de que el reino es un ejemplo de coexistencia religiosa", dijo a la AFP el ministro de Información, Nabil Sharif.
Sharif indicó que el Papa tiene previsto reunirse con líderes musulmanes en la mezquita Al Husein de Ammán. "Esto demuestra que el Papa respeta el Islam y a los musulmanes", sostuvo.
En sus encuentros, el Papa "hará hincapié en que la religión es la llave para obrar por la paz global y la justicia, en especial en Medio Oriente", según la Iglesia Católica de Jordania.
Para el analista político Mustafa Hamarneh las reacciones de los islamistas son "normales, considerando la percepción que tienen del Papa".
"Pero ahora debemos dar vuelta la página y optar por el diálogo de religiones que llevará a la tolerancia y la aceptación", agregó.
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