lunes, 22 de diciembre de 2008

La Virgen María, en el Islam

HISTORIA

Londres,22-12-2008,BBC Mundo.

En los días en que los cristianos se preparan para celebrar el nacimiento de Jesús, tal vez pocos sepan que la Virgen María es también una figura clave en la religión islámica. Tan importante es la madre de Jesús para el Islam que una sura o capítulo del Corán lleva su nombre: Maryam (María en árabe).

De los 114 capítulos que componen el Corán, el libro sagrado de los musulmanes, la sura 19 es la única que lleva el nombre de una mujer. "Cuando mencionamos el nombre de María añadimos la frase: 'la paz esté con ella'. María es una mujer sumamente respetada por los musulmanes y quien no la honre no puede considerarse musulmán", explica Ahmad Mahir Sabik, director de la organización Muslim Welfare House (Casa de asistencia para el musulmán), con sede en Londres.

Según los musulmanes, seis siglos después del nacimiento de Jesús, Dios le reveló el Corán al profeta Mahoma por medio del ángel Gabriel, el mismo que, según el cristianismo y el Islam, le anunció a María que estaba embarazada. Literatura especializada en el Islam señala que en el Corán, María es nombrada más veces que cualquier miembro de la familia del profeta Mahoma. De hecho, su nombre aparece en 34 ocasiones en el Corán.

El catolicismo reconoce la admiración del Islam por María. "Para los musulmanes, la Virgen María también tiene su importancia; ellos la respetan y la honran", admite el padre Jesús Pérez, líder de la Capellanía Latinoamericana de Londres.

Una mujer inmaculada

De acuerdo con Mahir Sabik, la trascendencia de María en el Islam radica principalmente en el hecho de que fue la madre de Jesús (Isa en árabe). Para los musulmanes, Jesús fue -como Abraham, Moisés, Mahoma- un mensajero de Dios. El Islam, al igual que el cristianismo, cree que la concepción de Jesús fue un milagro.

En la sura de la Familia de Imrán se encuentra el relato en el que se le anuncia "la buena nueva" a María, la revelación de que será la madre de quien el texto denomina el "Ungido". La respuesta de María aparece en el verso 47: "`Señor mío! *Cómo voy a tener un hijo si ningún hombre me ha tocado?" Más adelante, en la sura de Los profetas, se enfatiza la castidad de María: "Y aquella que conservó su virginidad (Maryam), insuflamos en ella parte de Nuestro espíritu e hicimos de ella y de su hijo un signo para todos los mundos".

Pero, pese a que ambas religiones comparten su admiración por María, existen diferencias cruciales en la historia de la madre de Jesús. A diferencia del cristianismo, en el Islam no existe José, quien según la Biblia era el esposo de María. De hecho, para los musulmanes la madre de Jesús no estaba casada cuando concibió a su hijo. Como explica Mahir Sabik, María decidió alejarse de su familia y de su comunidad para dar a luz completamente sola bajo la sombra de una palmera.

El Corán relata el nacimiento de Jesús en los versos que van del 22 al 25 de la sura María: "Así pues lo concibió y se retiró a un lugar apartado. Y le sobrevino el parto junto al tronco de la palmera. Dijo:'`Ojalá hubiera muerto antes de esto, desapareciendo en el olvido!' Y la llamó desde abajo: 'No te entristezcas, tu Señor ha puesto un arroyo a tus pies'. 'Sacude hacia ti el tronco de la palmera y caerán dátiles maduros y frescos'".

Pese a que en la historia del Islam existen muchas mujeres a quienes las musulmanas admiran (como las esposas e hijas de Mahoma), María representa un modelo a seguir para muchas de ellas, según Asmaa Rezki, una joven musulmana que trabaja en la mezquita londinense de Finsbury Park. "Fue escogida por Dios, entre todas las mujeres del mundo, para ser la madre de uno de sus profetas. Ella es un símbolo de pureza y un ejemplo de sometimiento a Dios", dice.

La madre de Jesús también es un ejemplo de paciencia y de valentía para los musulmanes, pues de regreso a su comunidad, fue cuestionada como se lee en los versos de la sura María. "Y llegó a su gente llevándolo en sus brazos y dijeron: '`Maryam! Has traído algo muy grave. `Hermana de Aarón! Tu padre no ha sido un hombre de mal ni tu madre una fornicadora'.

De acuerdo con el Corán, Jesús habló siendo un recién nacido: "Yo soy el siervo de Alá. Él me ha dado el libro y me ha hecho profeta ". Una de las principales discrepancias entre el Islam y el catolicismo se hace absolutamente clara en la interpretación que hace cada religión de María y de su hijo. "Para los católicos, la Virgen María es la madre de Dios, ya que Cristo es Dios hecho hombre y Cristo nació de María", recuerda el sacerdote Pérez.

Para los musulmanes, por su parte, Jesús no es Dios y, por ende, María no es la madre de Dios. "Jesús, la paz esté con él, fue el hijo de María y no de Dios", enfatiza Muhammadali Ibrahim Bokhari, supervisor general de la Asociación de la liga mundial musulmana, desde Caracas. "Creemos que Jesús fue un siervo de Dios, igual que creemos que lo fue su madre".

En el Islam, ni María ni Jesús son vistos como intercesores ante Dios. Fueron seres humanos a quienes -de acuerdo con esta religión- no se les reza ni se les pide nada. "Creemos que el único que puede beneficiarnos, en esta vida y en la próxima, es Alá. Entonces ¿Por qué deberíamos venerar a alguien más si Alá es quien lo puede todo?", señala Mahir Sabik.

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