jueves, 29 de noviembre de 2007

Deconstruyendo al imán

BARCELONA.29 de noviembre de 2007, abc.es , POR MARÍA ANTONIA PRIETO

Se les considera responsables del proceso de integración del colectivo musulmán afincado en Cataluña. Se dice de ellos que ejercen un poder absoluto sobre los fieles y que, por tanto, son los líderes espirituales y civiles de sus respectivas comunidades. Se les atribuye capacidad de interlocución entre el colectivo musulmán y la sociedad de acogida. Las fuerzas de seguridad del Estado controlan y analizan al milímetro todas sus prédicas. La opinión pública les confiere autoridad para moderar a una comunidad o para introducirla en las lecturas más rigurosas y fundamentalistas del Islam.

Y, sin embargo, los imanes instalados en territorio catalán -de una edad comprendida entre los 45 y los 50 años- se mueven en la precariedad laboral, tienen serias dificultades para integrarse en la sociedad de acogida y son, para las comunidades musulmanas, simples funcionarios encargados de cumplir la función de atención al culto. Algunos apenas tienen autonomía personal porque dependen económicamente de sus comunidades. Otros, ejercen de imán a tiempo parcial, ya que deben ganarse la vida trabajando, casi siempre en el sector de la construcción. Ni de lejos se acercan al colectivo mileurista.

Liderazgo doctrinal

El 30 por ciento de los imanes de Cataluña no entiende ni el castellano ni el catalán. Una circunstancia que hace difícil su encaje. Por si fuera poco, en ocasiones mantienen serias discrepancias con sus propias comunidades, lo que explicaría las prácticas nómadas de muchos de ellos, que abandonan Cataluña en busca de mejores condiciones laborales o en busca de otro entorno.

Este ejercicio de deconstrucción de los imanes ha corrido a cargo del antropólogo Jordi Moreras, autor del estudio «Los imanes de Cataluña», encargado por la Fundación Jaume Bofill. Tras entrevistar a 33 imanes y a otros tantos expertos sobre el colectivo musulmán, Moreras sostiene que, en contra de la opinión mayoritariamente extendida, los imanes se limitan a ejercer un liderazgo doctrinal -su comunidad no les legitima para realizar una función de intermediación-, mientras que el verdadero «poder», el «liderazgo civil» de las comunidades musulmanas recae precisamente en las personas que contratan a los imanes. «Son personas que destacan en las estructuras comunitarias, que han invertido su tiempo y capital para conseguir, por ejemplo, que una comunidad disponga de un oratorio», explicó ayer Moreras, quien pidió que «se rebajen» las expectativas sobre el liderazgo de los imanes en cuestiones como el uso del velo.

En Cataluña hay entre 170 y 180 oratorios. La mayor parte no están inscritos como entidades religiosas islámicas y, por tanto, los imanes no pueden ser reconocidos legalmente como tales. El estudio apadrinado por la Fundación Jaume Bofill propone favorecer el encaje y «la dignidad social» de los imanes impulsando un estatuto laboral que regule sus condiciones contractuales y defina sus funciones.
En cuanto a su aprendizaje, Moreras defiende iniciativas que mejoren el conocimiento del entorno social en el que ejercen -la cultura, el marco legal y la lengua de la sociedad de acogida-, ya que, por lo general, han recibido formación para ejercer en sus países de origen. La mayoría abraza la corriente suní y proceden de Marruecos, Pakistán, Siria o África Subsahariana.

Los imanes que ejercen en Cataluña se mueven en la precariedad laboral y, para sus comunidades, no son más que «funcionarios» encargados de la atención al culto. El auténtico poder está en manos de otros: de los líderes civiles que contratan a los imanes.

ELENA CARRERAS
El estudio «Los imanes de Cataluña» desmonta viejos estereotipos

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2 comentarios:

  1. IBERIA en su momento tuvo gran parte de su territorio subyugado por el ISLAM. Afortunadamente esto pertenece al pasado y con franqueza, gran parte de nuestra sociedad no ve con buenos ojos a los inmigrantes islámicos. Preferiríamos que no estuvieran en España. En terminos generales no son bienvenidos, y les invitamos con amabilidad, pero también con firmeza, que vayan pensando en su retorno a sus países de origen.

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  2. Han pasado más de dos años desde que hice este comentario. La situación actual se ha encrudecido. La mayoría de los españoles seguimos pensando lo mismo, y con la crisis pisando fuerte nos preguntamos, porque no se van ya a sus países de origen. Nada les retiene aquí, y una vez en el paro y sin subsidio, mejor que vuelvan con los suyos. Allí seguro que les podrán ayudar mejor, y encima no les mirarán de mala manera.

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