<--Rezo. Los musulmanes celebraron ayer el fin del Ramadán. Javier Albiñana
2.000 personas acudieron a la ceremonia de cierre del Ramadán en el Centro Cultural Andalusí de la capital
MÁLAGA, Sábado 13 de octubre de 2007laopiniondemalaga.es MATUCHA GARCÍA
Ayer finalizó el Ramadán. La fiesta del Aid el Fitr. A las 10.00 de la mañana comenzó en el Centro Cultural Andalusí en la calle Ingeniero de la Torre Acosta de la capital malagueña el acto central de rezo que fue seguido por 2.000 personas, según comentó el portavoz de la mezquita, Javier Isla.
El lleno absoluto obligó a habilitar además de las dos salas existentes los pasillos del edificio para que los musulmanes pudiesen seguir la ceremonia liderada por el imán. Antes del rezo, los cabezas de familia debían cumplir además el zakat, un principio islámico que determina la donación de cinco euros por cada miembro de la unidad familiar.
Los cinco minutos de oración dieron fin al Ramadán, que comenzó el pasado 13 de septiembre. Se trata de un mes en el que los seguidores del Islam no pueden ingerir bebidas ni alimentos hasta la caída de la tarde, ni beber, ni fumar. También se prohíbe mantener relaciones sexuales.
"El Ramadán no es sólo un período para el cuerpo sino que también es una época espiritual para vivir de primera mano cómo se siente la persona que pasa hambre. Es un mes para recordar al pobre, a los enfermos, a los mayores y, en general, a los necesitados. Estar más cerca de Dios y pararnos y recordar que estamos sólo de paso. Es como la Cuaresma cristiana", destacó Isla.
Aunque no existen datos fiables, "ya que existe una importante población flotante", se estima que existen 30.000 musulmanes en la provincia de Málaga. El Ramadán se mide por calendario lunar de forma que el mes de celebración va cambiando. "Por ejemplo, dentro de cinco años caerá en agosto. Cada año desciende diez días", explicó el portavoz.
La fiesta. La jornada de ayer comenzó para muchos a las nueve de la mañana, hora en la que se iniciaron los cánticos previos al rezo central. Tras la finalización de la ceremonia y la felicitación de los asistentes se da por concluido el Ramadán.
"Se trata de un día de fiesta", explicó Isla. Posteriormente, las familias realizan una comida y visitan a otros parientes. También es una jornada "muy importante" para los niños, para los que no es obligatorio realizar el periodo completo hasta la pubertad, pero que sí realizan un día de Ramadán.
"Para los pequeños es una ilusión muy grande participar. Este día lo celebran incluso más que los mayores porque reciben regalos y dinero de los familiares, al igual que el Día de Reyes cristiano. El último día, es decir hoy (por ayer), vienen a la mezquita a rezar con sus padres", explicó.
En el periodo de Ramadán la mezquita ha acogido los viernes una media de mil personas y se ha ofrecido cena diaria a 500, según informó el portavoz del Centro Cultural Andalusí. "Hemos recibido muchas felicitaciones de personas que no son musulmanas, que son cristianas, tanto amigos, como autoridades, curas e incluso rabinos", declaró Isla a este periódico. Para cerrar el acto de ayer el imán ofreció unas palabras a los fieles recordándoles que los preceptos que se inculcan en el Ramadán "deben cumplirse los 365 días del año". "Hay que ser bueno y piadoso todo el año", dijo.
La mayoría de los musulmanes de la provincia de Málaga son de origen marroquí, pero no faltan los subsaharianos, egipcios, saudíes, argelinos o libaneses. "Incluso tenemos un americano", reseñó Isla. En la provincia existen tres mezquitas en las localidades de Marbella, Fuengirola y Málaga.
Para Isla los fieles van en incremento no ya porque esté aumentando la población inmigrante sino porque la gente se está acercando al Islam. "Hay personas que lo interpreta de forma radical, pero es una religión que no lleva aparejado ningún problema", dijo.
"El Islam dice que todo ser humano es musulmán. Si crees en Dios, para nosotros Alá, da igual de que religión seas. También dice que en el paraíso entrarán antes los creyentes que los musulmanes, por la bondad de la persona", sentenció. La mezquita se erige como lugar de encuentro entre las personas que profesan estos principios.
El Ramadán comenzó el pasado jueves 13 de septiembre con una multitudinaria cena a la que asistieron más de 500 creyentes. Se trata de una fiesta de recogimiento para estar con Dios. Durante este período los musulmanes que han acudido diariamente a la mezquita han podido oir de boca del imán todas las xuras del Corán. El Centro Cultural Andalusí promueve la integración de la población seguidora de esta religión en la sociedad.
Ayer fue el fin de la fiesta. Acabó el periodo un año más. Volverá a repetirse en la próxima temporada. La comunidad musulmana de la provincia de Málaga, compuesta por miles de personas, estaba ayer de fiesta, de comida y de reparto de regalos.
En poco más de dos meses llegará la fiesta del cordero. Otra cultura y otra religión que se entremezcla y convive con las creencias de los malagueños. Ayer la mezquita se vistió de largo para acoger a cientos de musulmanes que festejaron en su templo el fin del Ramadán.
Islam España es el portal del islam en lengua española , un proyecto de futuro para la convivencia,la cooperación y el diálogo.
2.000 personas acudieron a la ceremonia de cierre del Ramadán en el Centro Cultural Andalusí de la capital
MÁLAGA, Sábado 13 de octubre de 2007laopiniondemalaga.es MATUCHA GARCÍA
Ayer finalizó el Ramadán. La fiesta del Aid el Fitr. A las 10.00 de la mañana comenzó en el Centro Cultural Andalusí en la calle Ingeniero de la Torre Acosta de la capital malagueña el acto central de rezo que fue seguido por 2.000 personas, según comentó el portavoz de la mezquita, Javier Isla.
El lleno absoluto obligó a habilitar además de las dos salas existentes los pasillos del edificio para que los musulmanes pudiesen seguir la ceremonia liderada por el imán. Antes del rezo, los cabezas de familia debían cumplir además el zakat, un principio islámico que determina la donación de cinco euros por cada miembro de la unidad familiar.
Los cinco minutos de oración dieron fin al Ramadán, que comenzó el pasado 13 de septiembre. Se trata de un mes en el que los seguidores del Islam no pueden ingerir bebidas ni alimentos hasta la caída de la tarde, ni beber, ni fumar. También se prohíbe mantener relaciones sexuales.
"El Ramadán no es sólo un período para el cuerpo sino que también es una época espiritual para vivir de primera mano cómo se siente la persona que pasa hambre. Es un mes para recordar al pobre, a los enfermos, a los mayores y, en general, a los necesitados. Estar más cerca de Dios y pararnos y recordar que estamos sólo de paso. Es como la Cuaresma cristiana", destacó Isla.
Aunque no existen datos fiables, "ya que existe una importante población flotante", se estima que existen 30.000 musulmanes en la provincia de Málaga. El Ramadán se mide por calendario lunar de forma que el mes de celebración va cambiando. "Por ejemplo, dentro de cinco años caerá en agosto. Cada año desciende diez días", explicó el portavoz.
La fiesta. La jornada de ayer comenzó para muchos a las nueve de la mañana, hora en la que se iniciaron los cánticos previos al rezo central. Tras la finalización de la ceremonia y la felicitación de los asistentes se da por concluido el Ramadán.
"Se trata de un día de fiesta", explicó Isla. Posteriormente, las familias realizan una comida y visitan a otros parientes. También es una jornada "muy importante" para los niños, para los que no es obligatorio realizar el periodo completo hasta la pubertad, pero que sí realizan un día de Ramadán.
"Para los pequeños es una ilusión muy grande participar. Este día lo celebran incluso más que los mayores porque reciben regalos y dinero de los familiares, al igual que el Día de Reyes cristiano. El último día, es decir hoy (por ayer), vienen a la mezquita a rezar con sus padres", explicó.
En el periodo de Ramadán la mezquita ha acogido los viernes una media de mil personas y se ha ofrecido cena diaria a 500, según informó el portavoz del Centro Cultural Andalusí. "Hemos recibido muchas felicitaciones de personas que no son musulmanas, que son cristianas, tanto amigos, como autoridades, curas e incluso rabinos", declaró Isla a este periódico. Para cerrar el acto de ayer el imán ofreció unas palabras a los fieles recordándoles que los preceptos que se inculcan en el Ramadán "deben cumplirse los 365 días del año". "Hay que ser bueno y piadoso todo el año", dijo.
La mayoría de los musulmanes de la provincia de Málaga son de origen marroquí, pero no faltan los subsaharianos, egipcios, saudíes, argelinos o libaneses. "Incluso tenemos un americano", reseñó Isla. En la provincia existen tres mezquitas en las localidades de Marbella, Fuengirola y Málaga.
Para Isla los fieles van en incremento no ya porque esté aumentando la población inmigrante sino porque la gente se está acercando al Islam. "Hay personas que lo interpreta de forma radical, pero es una religión que no lleva aparejado ningún problema", dijo.
"El Islam dice que todo ser humano es musulmán. Si crees en Dios, para nosotros Alá, da igual de que religión seas. También dice que en el paraíso entrarán antes los creyentes que los musulmanes, por la bondad de la persona", sentenció. La mezquita se erige como lugar de encuentro entre las personas que profesan estos principios.
El Ramadán comenzó el pasado jueves 13 de septiembre con una multitudinaria cena a la que asistieron más de 500 creyentes. Se trata de una fiesta de recogimiento para estar con Dios. Durante este período los musulmanes que han acudido diariamente a la mezquita han podido oir de boca del imán todas las xuras del Corán. El Centro Cultural Andalusí promueve la integración de la población seguidora de esta religión en la sociedad.
Ayer fue el fin de la fiesta. Acabó el periodo un año más. Volverá a repetirse en la próxima temporada. La comunidad musulmana de la provincia de Málaga, compuesta por miles de personas, estaba ayer de fiesta, de comida y de reparto de regalos.
En poco más de dos meses llegará la fiesta del cordero. Otra cultura y otra religión que se entremezcla y convive con las creencias de los malagueños. Ayer la mezquita se vistió de largo para acoger a cientos de musulmanes que festejaron en su templo el fin del Ramadán.
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