viernes, 24 de abril de 2015

'No es la mayor tragedia del siglo XX, sino la mayor mentira'

Madrid,24/04/2015,elmundo.es, FÁTIMA RUIZ


Ömer Önhon, embajador de Turquía en España Ángel Navarrete MUNDO
    
'No se puede colocar la etiqueta de genocidio sin que se cumplan unos criterios legales'
'Nadie niega que hay un problema, pero no se puede poner a Turquía contra las cuerdas'
'El voto en la Eurocámara es un gesto ridículo que daña los esfuerzos para la reconciliación'

Nadie tiene derecho a pegarle a un país la «etiqueta» de genocida a menos que cumpla unos criterios legales e históricos precisos. Que en el caso de Turquía no existen, insiste Ömer Önhon (París, 1960), embajador y encargado de refutar en España un pliego de cargos que en las últimas semanas han llegado desde el Vaticano, el Parlamento Europeo o gobernantes como Angela Merkel. «Nadie niega que exista un problema, pero también hay varios enfoques. Uno es ver lo que realmente pasó y llegar a una especie de consenso. El otro es intentar poner a Turquía contra las cuerdas».

Califica las palabras del Papa de «sorprendentes»:«El genocidio es un crimen muy serio contra la humanidad. Endosarlo a un país sin unos criterios es minimizarlo y restarle significado. El Papa habla de genocidio para describir lo que pasó en Armenia en 1915, pero define lo que ocurrió en Ruanda y Bosnia como 'gran masacre', cuando en ambos casos el genocidio se ha reconocido oficialmente.». También se ciñó el Pontífice, recuerda, a los muertos armenios: «No habló de los cientos de miles de musulmanes que fallecieron».

Para identificar un genocidio «se requiere la decisión de una corte internacional que investigue el tema y determine que lo hubo». Algo que en el caso de Armenia no existe. Tampoco es clara la perspectiva histórica: «Sobre lo que ocurrió hace 100 años no hay consenso: hay historiadores que reconocen los trágicos acontecimientos, pero no los consideran genocidio porque no hubo intención de erradicar a un pueblo». También discute el término «deportación»:«El imperio otomano lo que hizo fue recolocar a los armenios, que habían lanzado una guerrilla organizados por los rusos, en zonas donde no perjudicaran la actividad militar.»

Önhon resta importancia al voto de la Eurocámara para reconocer el genocidio, y descarta que afecte a las negociaciones para la integración de su país en la UE. «Los Parlamentos representan a la gente, pero no son tribunales, no son jueces, no son historiadores.... Es un gesto ridículo, que daña los esfuerzos para llegar a una reconciliación».

¿Qué gestos ha emprendido Turquía en concreto? «El año pasado el presidente declaró que se produjeron eventos muy trágicos en 1915, durante los que mucha gente sufrió, incluidos los armenios, pero no sólo. Ofrecimos establecer una comisión de académicos de Armenia, Turquía y países terceros, como España, para investigar. La oferta está sobre la mesa, pero los armenios la rechazan porque saben que las conclusiones estarían en contradicción con lo que tratan de vender»: «El genocidio armenio no es la mayor tragedia, sino la mayor mentira del siglo XX». Una causa «de moda», de la que muy pocos conocen el telón de fondo histórico.

Como un documento que los propios armenios llevaron a la conferencia de paz de París en 1919. «En ese memorándum se reconocía como parte beligerante». Las cifras «no coinciden» tampoco: «Hace un año se hablaba de un millón de muertos, ahora 1,5, es poco serio». Las críticas a la celebración del aniversario de Gallípoli son otra «distorsión»:«Hemos celebrado el 24 de abril durante años como el 'día internacional', no hay intento de perjudicar a los armenios».

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