Un imán se dirige a los fieles pakistaníes en la mezquita de Tenerías. :: IGOR AIZPURU
Arremete contra el proyecto de ley sobre credos religiosos porque «deja a los ayuntamientos sin voz ni decisión al respecto»
Anuncia en calidad de vicepresidente de Eudel que los municipios «vamos a plantar cara a la normativa del PSE»
Anuncia en calidad de vicepresidente de Eudel que los municipios «vamos a plantar cara a la normativa del PSE»
El anteproyecto de ley que prepara el Gobierno vasco para regular la presencia y apertura de centros de culto y preservar así los derechos de los ciudadanos a practicar los distintos credos religiosos ha chocado de lleno contra el Ayuntamiento de Vitoria. En concreto, lo relativo a una disposición de esa normativa en elaboración que establece que los locales con capacidad para acoger a menos de trescientas personas podrán abrir sin necesidad de ninguna autoridad previa. El alcalde Maroto la rechazó ayer de plano porque «va a propiciar que surjan mezquitas como champiñones. Donde hoy hay una frutería mañana habrá un oratorio», auguró.
La controversia en torno a esta regulación se produce meses después de que el equipo municipal de gobierno sofocara de forma coyuntural el intento de la comunidad musulmana por habilitar un centro de culto islámico en Zaramaga. Poco después, se estrellaba contra el respaldo del Ararteko a la ampliación de la mezquita de la calle Tenerías, finalmente autorizada. Entonces, como ayer, Maroto recordó que mientras una «ciudad de 242.000 habitantes como Vitoria tiene nueve templos de este tipo, San Sebastián no tiene ninguno y Bilbao dos».
El alcalde lamentó que la respuesta del Gabinete López a la «demanda social» para que regule los equipamientos religiosos sea la libre apertura de mezquitas con aforo de menos de trescientas personas, como es el caso de la prevista en Zaramaga. «Es decir, los ayuntamientos no tendrán opinión ni capacidad de decisión al respecto, con lo que el problema será aún más serio que ahora», valoró.
En este sentido, Maroto, que ostenta la vicepresidencia de Eudel, avanzó que la asociación de municipios vascos «no se quedará con los brazos cruzados». «El Ayuntamiento de Vitoria y otros vamos a plantar cara a la normativa del PSE». «Habrá alegaciones de Eudel a la misma», anunció. Pese a que evitó mencionar qué consistorios de la comunidad se oponen a la ley, su homólogo en Bilbao se pronunció ayer para mostrar también sus recelos a la normativa. A juicio de Iñaki Azkuna, los centros de culto deben ubicarse en edificios exentos. Es decir, alejados de comunidades vecinales.
Declaraciones «incendiarias»
Preguntado por el reciente sondeo realizado por el Ejecutivo autónomo, en el que el 73% de los encuentados dice estar a favor de que todas las religiones tengan derecho a instalar sus centros de culto, Maroto respondió tajante. «Eso es así hasta que te la instalan debajo de casa».
Las reacciones desde la oposición a las palabras del regidor fueron instantáneas. Para el PNV, «la libertad religiosa es un derecho universal e impedir la libertad de culto, como parece que quiere el alcalde, es atentar contra los derechos humanos». Dicho esto, Gorka Urtaran abogó por una ley que «garantice la autonomía municipal y el funcionamiento correcto de esos centros». Desde Bildu, Kike Fernández de Pinedo eludió pronunciarse sobre la ley y se limitó a tachar de «irresponsables» las declaraciones «incendiarias» de Maroto porque «podrían suscitar reacciones en los movimientos ultraderechistas».
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