Un hombre sostiene un cartel contra la construcción de una mezquita en el barrio bilbaino de Basurto.
Los locales de culto con aforo de hasta 300 personas no tendrán obligación de pedir una licencia. El Gobierno vasco prepara una ley para flexibilizar su apertura y respetar así la libertad religiosa
El Gobierno vasco quiere flexibilizar la apertura de locales de culto con el fin de que los ciudadanos puedan ejercer la libertad religiosa. Por ello, prepara una normativa por la que no será necesaria conseguir la autorización previa de los ayuntamientos para abrir un templo, siempre y cuando este tenga un aforo inferior a 300 personas.
Este es uno de los pilares fundamentales del anteproyecto de Ley sobre Centros de Culto que está ultimando el Ejecutivo vasco, un documento que surge de las conclusiones extraídas de distintas reuniones mantenidas con colectivos de diferentes confesiones religiosas residentes en Euskadi, así como con responsables institucionales. Cuando entre en vigor bastará con la "declaración responsable" de los ciudadanos que planteen la apertura, si bien no se librarán de las inspecciones pertinentes.
La normativa afecta directamente a la creación de mezquitas, un asunto espinoso en Bilbao o Gasteiz. En el caso de la capital vizcaina, se solicitó al Ayuntamiento la licencia para abrir sendas mezquitas en la calle Pablo Alzola, en el barrio de Basurto, y en la calle Concepción. Finalmente, tras la reunión de una comisión técnica, el Consistorio decidió otorgar la licencia para la calle Concepción mientras negó la de Pablo Alzola. Por este motivo, los promotores de esta mezquita acudieron al Ararteko en busca de amparo.
En el caso de Gasteiz, todavía está por ver qué es lo que sucederá con el templo que la comunidad paquistaní de la ciudad desea abrir en el barrio de Zaramaga, y que cuenta con el firme rechazo de algunos vecinos. A finales del pasado año el gabinete de Maroto daba una moratoria de ocho meses para decidir sobre esta cuestión. Si en este plazo de tiempo los promotores de este centro religioso no encontraban otro local que sea de su agrado, podrán abrirlo en la lonja de Martín Olave, tal y como pretendían desde un principio. Tienen ya, de hecho, la licencia para hacerlo.
El Gobierno municipal, en manos del PP, no parece estar por la labor de que la polémica mezquita termine en un conflicto vecinal que le acabe por pasar factura, pese a que hasta el propio Ararteko ha mediado para que se respeten los derechos de estos musulmanes. Maroto apela al consenso, pero en definitiva no hace otra cosa más que posponer el desenlace de un asunto que, con la ley en la mano, tiene un vencedor claro.
Está por ver ahora qué dice el PP, el socio de gobierno de Patxi López, cuando se proceda a la votación de este proyecto de ley, que allana aún más la apertura de mezquitas. La principal novedad que se introduce en el texto es la incorporación de la Directiva Europea de Servicios según la cual no será necesario como hasta ahora que las personas que quieran abrir un local de culto con capacidad inferior a 300 personas tengan que contar con un permiso previo del ayuntamiento correspondiente. Bastará con la "declaración responsable" de los ciudadanos que planteen la apertura, en la que aseguren que cumplen con todos los requisitos de las ordenanzas municipales para que pueden ponerla en marcha.
el cierre, en manos municipales No obstante, una vez que esté funcionando, el consistorio tendrá que inspeccionar si efectivamente respeta las normas municipales. De no hacerlo, podrá proceder a su clausura o imponer las sanciones que en su caso correspondan. La consejera señaló que este proyecto pretende recoger de una manera práctica el derecho a ejercer la libertad de culto. De esta manera, desaparece el requisito de la autorización previa para abrir centros de culto, y la capacidad de determinar su cierre queda en manos de la autoridad municipal.
En cuanto a los locales con aforo para más de 300 personas, deberán sujetarse a las licencias que procedan en cada uno de los ayuntamientos. Se espera que la ley sea aprobada y entre en vigor antes de este mismo verano.
cementerios Además, el anteproyecto original aseguraba que se debía proceder a la reserva de suelo para los cementerios, cuestión que ha sido retirada tras las alegaciones recibidas, por lo que la ley se ceñirá a los lugares de culto y a los usos religiosos del suelo. La directora de Derechos Humanos, Inés Ibáñez de Maeztu, señaló que la previsión de dicha reserva se mantiene, pero para gestionarla habrá que utilizar los instrumentos de los que disponen los ayuntamientos para la planificación y ordenación urbana.
Por otra parte, Idoia Mendia reveló que según un estudio realizado por el Ejecutivo vasco, a la mayor parte de los vascos -el 78%- no les molestaría tener como vecinos a personas de otras religiones, aunque el rechazo es mayor si se trata de musulmanes.
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