Burgos,07/10/2017,LORETO VELÁZQUEZ
Varios alumnos juegan en el patio del colegio Castilla, que ha solicitado que se imparta la asignatura. L.V.
Dos colegios de Aranda quieren que se imparta esta asignatura al superar las 10 solicitudes
La solicitud a la Comisión Islámica de España lleva tiempo sobre la mesa, pero su llegada se está retrasando más de lo esperado. Y es que aunque ya ha empezado el curso escolar, la Consejería de Educación todavía no ha encontrado a los profesores que se harán cargo de impartir las clases de religión islámica en los dos colegios públicos de Aranda que lo han solicitado: Castilla y Santa Catalina. Se trata de una experiencia pionera en la provincia, aunque no es nueva en Castilla y León. De hecho, Soria ya ofrece esta disciplina en sus seis centros públicos de Educación Infantil y Primaria.
Como en cualquier docencia de Educación Infantil y Primaria, para dar clase de una religión -sea la que sea- es necesario el título de Diplomado o Graduado en cualquiera de las especialidades que permiten acceder al cuerpo de maestros: Educación Infantil, Educación Primaria (generalista), Lengua Inglesa o Francesa, Música o Educación Física. Si es para Educación Secundaria Obligatoria o Bachillerato, el profesor deberá contar con Licenciatura o Graduado (en cualquier especialidad) y la habilitación que la correspondiente confesión tenga a los efectos de docencia. «Por el momento no hay fecha de incorporación estimada», explican desde el departamento del director provincial de Educación, Juan Carlos Rodríguez Santillana.
Aunque en principio la normativa exige un mínimo de 10 alumnos, en el colegio Castilla lo han solicitado una docena mientras que en Santa Catalina el número se eleva a varias decenas.
La puesta en marcha de esta nueva asignatura no cuenta con el apoyo de Izquierda Unida-Equo, que fiel a su filosofía de defender la escuela pública y laica, insiste en la necesidad de dejar a las religiones fuera de las clases. Así, como hace años hicieron en su campaña Por una escuela pública y laica, IU defiende la laicidad en el ámbito educativo «como requisito indispensable de una escuela pública y democrática, respetuosa con la libertad de conciencia y con la igualdad de trato para con su alumnado, sin adoctrinamiento ni discriminación alguna en función de convicciones particulares, sean o no de tipo religioso».
En su opinión, «uno de los principales obstáculos para avanzar en ese objetivo es la pervivencia de los acuerdos con el Vaticano firmados por el Estado español en 1976 y 1979, como continuidad y actualización del Concordato de 1953, que vulneran el principio de independencia entre la Iglesia y el Estado, amparando legalmente la financiación de la Iglesia Católica con fondos públicos y el adoctrinamiento religioso en todos los niveles del sistema educativo».
Decididos a acabar con la enseñanza religiosa, los representantes de Izquierda Unida-Equo animan a la ciudadanía a implicarse para lograr que el pleno del Congreso someta a debate y se pronuncie por la denuncia y derogación de los Acuerdos del Estado español con la Santa Sede, así como de los suscritos en el mismo sentido con otras confesiones religiosas.
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