Barcelona, 28 de abril de 2017,elnacional.cat
Papa Francesc a la universitat Al Azhar, El Cairo, Egipto, Efe
El Papa Francisco ha aterrizado este viernes en Egipto, ha cumplimentado al presidente Abdel Fattah al-Sisi en el Palacio de Heliopolis y se ha puesto manos a la obra. "Repetimos uno 'no' fuerte y claro a cualquier forma de violencia, venganza y odio cometidos en nombre de la religión o de Dios", ha dicho el pontífice ante decenas de líderes religiosos musulmanes, en una conferencia de paz en la Universidad de Al-Azhar, institución de referencia para los suníes, principal rama del islam.
Hacía menos de tres horas que Jorge Mario Bergoglio había aterrizado en el Cairo.
Los responsables religiosos, ha añadido, están llamados a "desenmascarar la violencia que se traviste de presunta sacralidad", en referencia poco velada al terrorismo islamista. Lo han aplaudido bastantes veces, también el gran imán de la mezquita de Al-Azhar, jeque Ahmed el-Tayeb, que ya visitó a Francisco en mayo de 2016 en el Vaticano.
La contundencia del Papa resuena especialmente entre la minoría cristiana copta, el 10% de la población de Egipto, que sufre un acoso feroz. El pasado Domingo de Ramos, dos atentados del Daesh en sendas iglesias asesinaron a 46 personas e hirieron más de un centenar.
Francisco ha alertado contra la "instrumentalización" de la religión por parte del poder. "Es imprescindible excluir cualquier posición absoluta que justifique formas de violencia. La violencia, de hecho, es la negación de toda religiosidad auténtica".
Además, pidió a los presentes que, como "responsables religiosos", denuncien "las violaciones contra la dignidad humana y contra los derechos humanos".
La paz
El argumento de este viaje de Francisco es la paz. "Nuestro mundo, rasgado por la violencia ciega –que ha golpeado también el corazón de vuestra querida tierra– tiene necesidad de paz, de amor y de misericordia; tiene necesidad de constructores de paz y de personas libres y liberadoras, de personas valientes que saben aprender del pasado para construir el futuro sin encerrarse en prejuicios; tiene necesidad (...) de diálogo, de hermandad, de justicia y de humanidad", dice el pasaje central del breve mensaje previo.
Ha insistido este viernes en su discurso ante las autoridades, diplomáticos y representantes de la sociedad civil: "Paz para este querido país. Paz para toda esta región, de manera particular para Palestina e Israel, paz para Siria, Libia, Yemen, Iraq, Sudán del Sur; paz para todos los hombres de buena voluntad".
Es un paseo por la cuerda floja. El terrorismo, las relaciones entre cristianos y musulmanes, el ecumenismo con la iglesia copta (se reunirá con el líder de los cristianos coptos, Tawadros II) y la situación de los cristianos perseguidos son los cuatro ejes de esta visita, la 18ª fuera de Italia en cuatro años y la séptima a una nación predominantemente musulmana.
En el Vaticano musulmán
Al-Azhar es lo que más se parece al Vaticano en el mundo islámico. Los clérigos de esta mezquita pueden emitir fetuas, o edictos legales, para resolver conflictos que llegan de todo el mundo. Su universidad forma imanes para instituciones suníes de todas partes.
Aunque algunos intelectuales coptos y musulmanes (Rafic Greiche, Khaled Montasser, Ashraf Ramelah o Naguib Gabriel) ponen en duda la sinceridad de los dirigentes de Al-Azhar en la promoción de la tolerancia religiosa, el Vaticano la ve como referencia indispensable para dialogar con el pensamiento y la cultura musulmanas. Juan Pablo II ya la visitó el año 2000. El pasado febrero, el cardenal Tauran pasó para preparar este viaje.
En Al-Azhar, Francisco ha sido exigente con los clérigos musulmanes. Les ha pedido descubrir "los intentos de justificar cualquier forma de odio en nombre de la religión y condenarlos como falsificaciones idólatras de Dios. Sólo la paz es santa y no se puede perpetrar ninguna violencia en nombre de Dios porque profanaría suyo nombre", ha añadido.
Además, ha aludido a los peligros que supone para la religión su proximidad al poder político: "está el riesgo de que la religión sea chupada por la gestión de los asuntos temporales y tentada por la seducción de los poderes mundanos que, en realidad, la instrumentalizan".
Contra el comercio de armas
Veinte días desprendido de los ataques contra la comunidad copta, el Papa ha vuelto a insistir contra el comercio de armas. Para prevenir los conflictos y construir la paz, ha dicho, hay que eliminar las situaciones de "pobreza y explotación, donde más fácilmente actúan los extremismos, y bloquear los flujos de dinero y de armas hacia los que fomentan la violencia".
En su discurso, también ha abogado por el diálogo y la apertura a los otros, "reconociendo los derechos y las libertades fundamentales, especialmente la religiosa" para fomentar a la "civilización del encuentro".
El imán de Al-Azhar, en su respuesta, ha recorrido las palabras de Francisco. "¿Por qué la paz se ha convertido en un paraíso perdido?", se ha preguntado. "La ignorancia en las sociedades de los valores divinos es la raíz de todo esto", ha respondido. El-Tayeb ha pedido "limpiar la imagen de las religiones de visiones erradas" y, más defensivamente, que "no se juzgue a las religiones porque algunos las han interpretado de manera equivocada y vertido sangre".
Relaciones ecuménicas
Papa e imán le lhabrán hecho ruido a al-Sisi, el hombre fuerte de Egipto, que utiliza métodos bastante expeditivos para gobernar: detenciones masivas, freno a la libertad de expresión y, según organizaciones de derechos humanos, tortura y ejecuciones extrajudiciales. O no. La víspera de la llegada de Francisco ha firmado una ley que le permite nombrar a los principales jueces del país.
Respecto a las relaciones ecuménicas, uno de los frentes de este viaje, el Patriarca copto ortodoxo Tawadros II y el Papa tienen programado firmar una declaración común en que también podrían hacer referencia a poner fin a la praxis de rebautizar a los fieles que pasan de una iglesia a otra.
El borrador de la declaración hace referencia a la fe común confesada en los concilios de Nicea (año 325), Constantinopla (381) y Éfeso (431), reconocidos por ambas iglesias y pide a Dios la plena unidad.
