lunes, 21 de marzo de 2016

Las clases de Religión Islámica combatirán el fanatismo

Madrid,19/03/2016 , finanzas.com


Identificar los «movimientos sectarios y las corrientes totalitarias» como una «interpretación perniciosa y distorsionada» del Islam. Detectar el lenguaje del fanatismo. Reconocer «en qué momento un individuo se identifica con el radicalismo violento» o valorar la importancia de concienciar contra «las perversiones» del extremismo en uno de los grupos de mayor riesgo: los jóvenes. Son algunos de las contenidos para la prevención del terrorismo que, por primera vez, han sido incluidos en los currículos de Religión Islámica que se impartirán a los alumnos musulmanes en centros educativos públicos y concertados según lo diseñado por la Comisión Islámica Española. Esta entidad representativa es a la que, según el acuerdo de cooperación firmado con el Estado en 1992, corresponde diseñar este plan de estudios, así como designar al profesorado encargado de enseñar la asignatura.

Énfasis de 13 a 16 años

El BOE de ayer publicó los currículos redactados para Educación Infantil, Bachillerato y Educación Secundaria Obligatoria (ESO), ciclo este último que los menores realizan entre los 13 y los 16 años y en el que, con diferencia, se concentra el mayor esfuerzo de enseñanza de valores contrarios al terrorismo.

Los objetivos para cada curso aparecen recogidos en un bloque concreto -«La inviolabilidad, dignidad y libertad humanas»- que ocupa un lugar preferente inmediatamente después del de introducción, y que va creciendo en especificidad y complejidad en paralelo a la edad de los alumnos.

De hecho, a los de cuarto corresponde la adquisición de los conocimientos mencionados al principio u otros como tomar conciencia «del daño a las víctimas» o del «fenómeno planetario del terrorismo internacional». Y, más allá, el currículo establece que deberán aprender a valorar «la actitud del Estado para proteger a la ciudadanía» o a analizar el «Plan Estratégico Nacional de lucha contra la Radicalización Violenta» aprobado en 2015, en el que, precisamente, se describía la prevención como una de las tres áreas funcionales claves.

Derecho a las fronteras

Dentro de la ESO, el plan prevé que los estudiantes de primero, con doce años, conozcan el concepto de «extravío» como «desviación y fenómeno ajeno al Islam» y aprendan sobre la «extralimitación en la Práctica de la Adoración y el uso del Corán «para prevenir situaciones de cúmulo de odio».

Un curso más adelante, se invita a reconocer la «Constitución como espacio de oportunidades» para desarrollar la libertad religiosa y a tolerar «incluso la negación» de su religión. Ya en tercero se aborda el hecho migratorio, -incluida la comprensión del «derecho internacional del Estado a salvaguardar sus perímetros fronterizos»-, así como el rechazo a la homofobia, el racismo, la xenofobia y los comportamientos sexistas.

Posteriormente, el plan para Bachillerato no integra un bloque expreso dirigido a contraatacar el terrorismo de forma temprana, pero reafirma en su introducción en que esta asignatura debe servir para que, los jóvenes ya de 17 y 18 años «muestren su rechazo ante el fundamentalismo integrista derivado de un retorno fanático, en los que se visibiliza la radicalización y aparece la violencia extremista».

En cuanto a la Educación Infantil, que supone el primer contacto de los niños y niñas musulmanes con su religión en las aulas, el currículo publicado ayer incorpora conceptos como «educación democrática», «igualdad de ambos sexos» o un epígrafe sobre «los efectos dañinos de las emociones violentas».


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