Una de las mezquitas más antiguas de la capital japonesa, construida en 1938, abrió sus puertas a los no musulmanes, a fin de enseñarles y de transmitirles los preceptos básicos de la religión islámica.
El objetivo de la iniciativa organizada por los responsables de la mezquita, ha sido responder a las preguntas y enfocar algunos prejuicios que tiene la sociedad japonesa acerca del islam.
Asimismo, los presentes realizaron una visita guiada de la mezquita de Shimoyama y han sido autorizados a presenciar la realización de la oración.
El número de visitantes a la mezquita viene aumentando en estos últimos tiempos, como lo señala el diario, The Japan News. Centenares de personas acuden a la mezquita diariamente para informarse sobre el islam.
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