Sofía,30-12-2014, Hispanatolia
El régimen comunista búlgaro llevó a cabo en los años 80 una campaña de persecución y asimilación contra la comunidad musulmana y turca del país que obligó a cientos de miles de personas a emigrar a Turquía.
El primer ministro búlgaro Boyko Borissov afirmó el lunes que los responsables de la persecución y los crímenes contra la minoría musulmana y turca del país durante el régimen soviético aún continúan impunes casi un cuarto de siglo después de la caída del gobierno comunista.
Citando un informe titulado “Superar el trato inhumano y la opresión contra turcos y musulmanes”, Borissov –que llegó al gobierno el pasado noviembre- criticó la etapa posterior vivida tras las políticas de asimilación llevadas a cabo en los años 80, en la que “el mayor crimen fue el intento de eliminar las evidencias” de las violaciones de derechos humanos perpetradas contra estas minorías.
Según el premier búlgaro, a cambio de sus libertades se le exigió a la minoría turca del país mantener el silencio y no exigir responsabilidades a los autores de la persecución durante aquellos años, algo de lo que también culpó incluso al propio Movimiento por los Derechos y las Libertades (HÖH), el principal partido que representa a la comunidad turca de Bulgaria. Por el contrario, Borissov insistió en que no debe haber ninguna amnistía para estos crímenes y que los culpables deben ser castigados, incluso aunque sea tarde.
La minoría turca de Bulgaria representa en la actualidad aproximadamente un 10% de la población del país –en torno a 600.000 personas- y son descendientes en su mayoría de la población de origen anatolio que se asentó en la región a partir de la conquista otomana de los Balcanes en el siglo XV, que perduró hasta su independencia en 1878. Con diferencias claras respecto a la población mayoritaria de etnia búlgara en cuanto a idioma, religión, cultura, costumbres y tradiciones, los turcos de Bulgaria se concentran principalmente en la provincia sureña de Kardzhali, así como en las provincias de Shumen, Silistra, Razgrad y Targovishte, al noreste del país.
El líder comunista búlgaro Todor Zhivkov inició en los años 80 una campaña de asimilación contra la minoría turca de este país balcánico en un intento de homogeneizar Bulgaria, que obligó a cientos de miles de personas a emigrar a Turquía. En los últimos años al menos 800.000 turcos búlgaros han abandonado Bulgaria por razones económicas o huyendo de la discriminación en el país para vivir en la vecina Turquía.
Los turcos búlgaros se diferencian no obstante de los musulmanes búlgaros, denominados coloquialmente como “pomak” y que también fueron objeto de persecución durante el régimen comunista; se trata de una población que se convirtió al Islam durante el dominio otomano de los Balcanes pero que a diferencia de la minoría turca del país son mayoritariamente de origen eslavo, por lo que no hablan turco ni están emparentados étnicamente con ellos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario