En la imagen, carteles de 'Mezquita no'.
La mezquita de Pablo Alzola no tendrá permiso en función del mapa de cultos
Los datos del Ayuntamiento de Bilbao reflejan que en la actualidad existen en la ciudad un total de 118 centros de culto, de los que 67 corresponden a la Iglesia católica; 27 al Cristianismo Reformado y Evangélico; 7 son centros budistas; 6, de los Testigos de Jehová; 5, del Islam; 2 Adventistas; uno de la Iglesia de la Cienciología y otro de Fe Bahá. Están ubicados en distintos lugares sin que exista una zona determinada en la que se practique más o menos una religión, pero queda claro que, con el nuevo mapa de cultos de la ciudad, muchos de ellos no hubieran obtenido licencia porque se encuentran en centros residenciales. En todo caso, Ricardo Barkala aclara que la reforma solo afectará a las nuevas peticiones para licencias de apertura así como a las que pueda haber pendientes, en referencia a Pablo Alzola.
La mezquita de Pablo Alzola, precisamente, -una de licencias que más respuesta social ha tenido en los últimos meses tanto a favor como en contra- no obtendrá licencia en el futuro en función del mapa de cultos aprobado por el Ayuntamiento.
La nueva normativa para la apertura de centros de culto ha tratado de conciliar, "de la mejor forma posible, el derecho al ejercicio de la libertad religiosa con una adecuada convivencia de los centros de culto con su entorno social", señaló el concejal de Urbanismo.
Con esa finalidad define lo que se entiende como centro de culto y detalla que, "cuando la actividad religiosa se dé como uso complementario, podrá desarrollarse solamente en edificios no residenciales" y que, "de llevarse a cabo en horario nocturno o de utilizar instrumentos o equipos musicales, habrá de situarse en la planta baja".
Por otra parte, cuando la actividad vaya a darse como uso principal en edificios completos "el suelo o su uso deberá estar calificado como de equipamiento o tener ese uso admitido". No se refiere, sin embargo, la nueva normativa a los usos complementarios de locales religiosos, que esos sí podrían situarse en bajos residenciales.
El nuevo mapa de cultos deja en evidencia que muchos, de los actuales centros de culto no podrían existir. Solo la Iglesia católica tiene edificios enteros destinados al culto, mientras que la gran mayoría de las nueve religiones que hay en Bilbao comparten espacio en edificios de viviendas. En todo caso, quedarían en lo que se denomina régimen de "situación tolerada".
La normativa también regula el aforo y, en este sentido, establece que la densidad de ocupación del centro religioso se fija en una persona por metro cuadrado, pero, en todo caso, los espacios deberán estar sujetos a lo previsto en la normativa sobre protección del medio ambiente con el fin de evitar posibles molestias a terceros, así como en el Código Técnico de la Edificación, en todo lo referente a accesibilidad, protección contra incendios y otros extremos.
En 2010, el Ayuntamiento había recibido la solicitud de apertura de varios centros religiosos. La petición de dos mezquitas en las calles Pablo Alzola, en Basurto, y Concepción, en Bilbao La Vieja, suscitó numerosas quejas de grupos de vecinos de esos barrios. Además, el Gobierno vasco comenzó la tramitación del anteproyecto de ley sobre Centros de Culto, por lo que el Ayuntamiento de Bilbao decidió acometer una regulación sobre este asunto.
La preocupación por esta situación no es exclusiva de Bilbao. De hecho, hay ayuntamientos que han manifestado al bilbaino que se encuentran a la espera de ver cómo regula la capital vizcaina este asunto para tomar de muestra las iniciativas que ponga en marcha; algo que ya ha ocurrido con otras ordenanzas.
La otra cara de la moneda es la comunidad islámica que argumenta que el "rezo no hace ruido" y reclama "más ayudas institucionales" para aumentar el número de mezquitas. "La mayoría de musulmanes somos inmigrantes y no tenemos capital suficiente. Y ahora con la crisis mucho menos...", aseguran.
La mezquita de Pablo Alzola, precisamente, -una de licencias que más respuesta social ha tenido en los últimos meses tanto a favor como en contra- no obtendrá licencia en el futuro en función del mapa de cultos aprobado por el Ayuntamiento.
La nueva normativa para la apertura de centros de culto ha tratado de conciliar, "de la mejor forma posible, el derecho al ejercicio de la libertad religiosa con una adecuada convivencia de los centros de culto con su entorno social", señaló el concejal de Urbanismo.
Con esa finalidad define lo que se entiende como centro de culto y detalla que, "cuando la actividad religiosa se dé como uso complementario, podrá desarrollarse solamente en edificios no residenciales" y que, "de llevarse a cabo en horario nocturno o de utilizar instrumentos o equipos musicales, habrá de situarse en la planta baja".
Por otra parte, cuando la actividad vaya a darse como uso principal en edificios completos "el suelo o su uso deberá estar calificado como de equipamiento o tener ese uso admitido". No se refiere, sin embargo, la nueva normativa a los usos complementarios de locales religiosos, que esos sí podrían situarse en bajos residenciales.
El nuevo mapa de cultos deja en evidencia que muchos, de los actuales centros de culto no podrían existir. Solo la Iglesia católica tiene edificios enteros destinados al culto, mientras que la gran mayoría de las nueve religiones que hay en Bilbao comparten espacio en edificios de viviendas. En todo caso, quedarían en lo que se denomina régimen de "situación tolerada".
La normativa también regula el aforo y, en este sentido, establece que la densidad de ocupación del centro religioso se fija en una persona por metro cuadrado, pero, en todo caso, los espacios deberán estar sujetos a lo previsto en la normativa sobre protección del medio ambiente con el fin de evitar posibles molestias a terceros, así como en el Código Técnico de la Edificación, en todo lo referente a accesibilidad, protección contra incendios y otros extremos.
En 2010, el Ayuntamiento había recibido la solicitud de apertura de varios centros religiosos. La petición de dos mezquitas en las calles Pablo Alzola, en Basurto, y Concepción, en Bilbao La Vieja, suscitó numerosas quejas de grupos de vecinos de esos barrios. Además, el Gobierno vasco comenzó la tramitación del anteproyecto de ley sobre Centros de Culto, por lo que el Ayuntamiento de Bilbao decidió acometer una regulación sobre este asunto.
La preocupación por esta situación no es exclusiva de Bilbao. De hecho, hay ayuntamientos que han manifestado al bilbaino que se encuentran a la espera de ver cómo regula la capital vizcaina este asunto para tomar de muestra las iniciativas que ponga en marcha; algo que ya ha ocurrido con otras ordenanzas.
La otra cara de la moneda es la comunidad islámica que argumenta que el "rezo no hace ruido" y reclama "más ayudas institucionales" para aumentar el número de mezquitas. "La mayoría de musulmanes somos inmigrantes y no tenemos capital suficiente. Y ahora con la crisis mucho menos...", aseguran.
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