La joven expulsada en Pozuelo de Alarcón, Najwa Malha (en el centro), y sus padres . / la opinión
Educación intercedió en 2009 a favor de una alumna de Lugo a la que le impedían llevar el 'hiyab' . Respalda la legalidad del reglamento, aunque deja en manos del centro su posible impugnación
La Consellería de Educación ha pasado de equiparar el hiyab con una gorra de rap a apelar a la ley de igualdad para legitimar el reglamento interno del colegio de Arteixo que pretende expulsar a una alumna musulmana de 6º de Primaria por negarse a quitarse el velo en clase.
En el escrito que ha remitido al Consello Escolar, la Xunta sostiene que los docentes deben impedir ciertas actitudes machistas, aunque evita asociar explícitamente el uso del hiyab con esas actitudes misóginas a erradicar.
El Gobierno gallego apela en concreto al artículo número 10 de la ley de igualdad, que establece que "no se admitirán en el centro docente las desigualdades entre alumnos y alumnas sustentadas en creencias, prejuicios, tradiciones o prácticas consuetudinarias trasmisoras, directa o indirectamente, de una distribución estereotipada de papeles entre sexos o de una imagen de dominación de un sexo sobre otro en cualquier ámbito de la vida".
El segundo punto del artículo al que apela Educación dice textualmente "que los docentes no permitirán ninguna forma de machismo y de misoginia que pudiese existir en el seno de la comunidad escolar" y concluye advirtiendo "que los reglamentos escolares deberán explicitarse las medidas de corrección o sanción de comportamientos sexistas".
A continuación, la Consellería de Educación hace referencia a un caso concreto para sustentar el que fue su primer argumento, ese en el que equiparaba el velo con una gorra. En concreto, la Xunta menciona la resolución del Tribunal Europeo de Dereitos Humanos en el conocido como caso Köse, en el que los magistrados se pronunciaron a favor de aplicar la norma de la cabeza descubierta sin hacer excepciones por razones religiosas.
Estos dos argumentos completan ahora el ya manido de la autonomía de cada centro escolar para redactar su reglamento. "La norma que se auto otorga el centro es correcta desde el punto de vista jurídico, tanto por la competencia del órgano que procedió a su aprobación, como por la sujeción a las normas procedimentales", concluyen desde la Xunta.
. Distintos argumentos en Lugo. Las razones que esgrime ahora la Xunta contrastan con los argumentos que empleó en octubre de 2009 para defender el derecho de una alumna a llevar el hiyab en un colegio de Lugo. "Mientras que la joven cumpla con el currículo educativo establecido no hay ningún problema para que la escolar acuda a clase con el velo islámico", sostuvo de aquellas la Consellería de Educación, gobernada ya por el Partido Popular.
Con su referencia al cumplimiento del currículo, la Xunta apelaba a su negativa a que se exima a las niñas musulmanas de la clase de gimnasia. No era el caso de la alumna de Lugo. Tampoco de la que ha sido ahora sancionada en Arteixo, que asiste a clases de Educación Física. Eso sí, con velo.
En el caso de Lugo la alumna no llegó a ser apercibida. Fueron directamente sus padres los que se opusieron a que asistiese a clase ante la negativa de la dirección del centro a que llevase el velo en las aulas. Este acto de protesta privó a la joven de educación durante un mes, hasta que la Jefatura Territorial de Educación de Lugo decidió intermediar. Su máximo responsable, José Ramos, se reunió con la directora del centro educativo y se resolvió que la alumna podría acudir con el velo en el aula.
"Debe prevalecer siempre el derecho a la educación", defendían en aquella ocasión. Una consideración que, por lo que parece, no les va ha empujar a intermediar en el caso de que la alumna de Arteixo sea expulsada durante tres días.
Las diferentes posturas adoptadas por la Xunta en casos similares han suscitado una oleada de críticas de UGT y el PSdG. Sus portavoces hablan de "desgobierno", de "decisiones arbitrarias" y acusan al Gobierno gallego de inhibirse en el conflicto de Arteixo por "intereses políticos". Los socialistas reclamaron en varias ocasiones al Gobierno gallego que establezca unas normas generales de indumentaria en los centros para evitar este tipo de contradicciones.
Las críticas no parece que vayan a variar ni un ápice la postura de Educación. Es más, en el escrito que ha remitido al centro, el Gobierno gallego llega a reprender a la directiva por reclamar su intermediación en el conflicto. "Dado que la comunidad educativa tiene el derecho a autorregularse en base a su autonomía, tiene la obligación de resolver los incumplimientos de sus propias normas, sin apelación a una instancia superior", advierte.
Aunque deja en sus manos la decisión, la Xunta apela hasta en cuatro ocasiones a lo largo del escrito a la posibilidad de impugnar la norma. Es más, la conclusión parece ser una velada invitación a que lo hagan. "La Consellería aprovecha la ocasión para recordarle que el mismo derecho a la autonomía permitiría que tal reglamento interno fuese modificado en aquellos aspectos que la comunidad educativa considere oportunos". No solo eso, Educación hace una observación con la que parece limitar en cierto modo la autonomía de los colegios. "El derecho a la autonomía de los centros tiene como correlativo el ejercicio, con responsabilidad, de los deberes de ese autoproclamado derecho de la autotutela de la comunidad educativa".
. No hay marcha atrás. El Consello Escolar no parece dispuesto a impugnar la polémica norma. La dirección del centro guarda silencio y remite a los medios a un escueto comunicado de prensa, pero el representante municipal en el CEIP Arteixo, Xosé Márquez, se mostraba ayer convencido de que el próximo lunes se aprobará por unanimidad la expulsión por tres días de esta alumna. No le ha hecho cambiar de opinión ni la posible denuncia vía penal de la familia ni el hecho de que el centro podría haber incurrido en una falta al no informar a la familia de la norma en el momento de ser matriculada.
La familia de la niña que se enfrenta a una expulsión por tres días por llevar el velo en el aula cruza los dedos y confía en que el Consello Escolar impugne el próximo lunes la polémica norma de la cabeza descubierta. Hakim Redouane no las tiene todas consigo. "Subimos escalón por escalón, confiamos en que rectifiquen, pero si no tendremos que denunciar". El padre de esta alumna de 6º de Primaria ha puesto el caso en manos de Iván Jiménez-Aybar, el abogado que representa a la joven que fue expulsada de un instituto de Pozuelo de Alarcón por negarse a quitarse el hiyab en clase. Es más, según informó ayer el progenitor, tienen previsto reunir a su hija con Najwa Malha. Si no es posible trasladarse a Madrid, la familia espera poder contactar con ella a través del letrado.
"Ella está un poco triste", relataba ayer Hakim por su hija, "y eso que nosotros no le damos toda la información y la animamos", asegura. La familia apela al derecho a la libertad religiosa de su hija y aseguró ser víctima de un trato discriminatorio. "Parece que somos españoles de segunda, que no tenemos los mismos derechos y eso duele", denuncia Hakim, que comparó el uso del velo con una cruz al cuello. "Es su religión y lo decidió ella, nadie le obligó a ponérselo, le obligan a quitárselo".
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