Valladolid, 23/08/2009,elmundo.es, Rebeca Adalia.
Decenas de musulmanes rezan la oración que da comienzo al Ramadán.| J. M. Lostau
* La comunidad musulmana, de 2.500 personas, inicia el periodo de ayuno
Seis menos cinco de la tarde del sábado 22, decenas de musulmanes acuden a la Mezquita de la Paz en Valladolid, no es un fecha cualquiera, se trata del primer día del mes sagrado de la religión islámica, el Ramadán.
La llegada del noveno mes del calendario solar implica la abstinencia. Desde el amanecer hasta el crepúsculo no pueden comer, beber, fumar, mantener relaciones sexuales y tampoco hablar mal de nadie.
El fin de esta abstinencia no sólo es el ayuno. "Es también el punto en tu camino para reflexionar tus comportamientos, la relación con el resto de personas y la fe, y así, purificar el alma y el cuerpo", explica el imán de la mezquita en Valladolid, Zaki Zayed.[foto de la noticia]
Los más de 2.500 musulmanes residentes en Valladolid acaban el ayuno con la caída del sol. Dependiendo de la persona y de los orígenes de procedencia pueden hacer dos o tres comidas. La primera es el 'futor', consiste en "comer de uno a tres dátiles antes de rezar la quinta oración", explica Zayed.
El 'ichoa' es lo que los occidentales conocemos como cena. Aquí, una hora más tarde de la primera comida, es cuando toman el 'tajine', un guiso compuesto por verduras, carne o patatas. Y por último antes de la oración del alba hacen el 'sohur', para así, coger fuerzas y reservas para el día que comienza.
No todo son abstinencias, las oraciones se intensifican, hay obligatorias y voluntarias. Durante este mes los musulmanes están obligados a rezar además de cinco veces al día, la oración específica del Ramadán, el Tarrawih.
Este rezo consiste en leer los 60 hizb (pasajes) que contiene el Corán, con una media «como mínimo» de dos al día durante los 30 que dura el Ramadán. Al final del mes, todos los árabes han debido leer, al menos una vez, el libro sagrado islámico. "Cuántas más veces se lea es mucho mejor, además las oraciones conjuntas cuentan mucho más", explicó el imán de la mezquita en Valladolid.
No todos los árabes deben vivir este noveno mes así. Quedan exentos de la abstinencia las personas de avanzada edad, los niños, los enfermos crónicos y las mujeres embarazadas.
Durante este mes los musulmanes tienen que engañar al estómago y al apetito dentro de las horas permitidas. Para ello, la mayoría, dependiendo de los lugares de procedencia, comen dulces, chabakiya (un bollo en forma de lazo), dátiles, y rahif (un pan que se cocina en las casas para después untar con mantequilla y miel).
"Con los dulces soportamos mejor el hambre porque llenan el estómago», aclaró Elhoussihe Aït Saíel, un marroquí que reside en Valladolid desde hace un año. Otro de los alimentos que más comen en estos días es la harira, una especie de sopa con verduras, tomates, perejil y carne que les hidrata para todo el día.
Islam España es el portal del islam en lengua española , un proyecto de futuro para la convivencia,la cooperación y el diálogo.
Decenas de musulmanes rezan la oración que da comienzo al Ramadán.| J. M. Lostau* La comunidad musulmana, de 2.500 personas, inicia el periodo de ayuno
Seis menos cinco de la tarde del sábado 22, decenas de musulmanes acuden a la Mezquita de la Paz en Valladolid, no es un fecha cualquiera, se trata del primer día del mes sagrado de la religión islámica, el Ramadán.
La llegada del noveno mes del calendario solar implica la abstinencia. Desde el amanecer hasta el crepúsculo no pueden comer, beber, fumar, mantener relaciones sexuales y tampoco hablar mal de nadie.El fin de esta abstinencia no sólo es el ayuno. "Es también el punto en tu camino para reflexionar tus comportamientos, la relación con el resto de personas y la fe, y así, purificar el alma y el cuerpo", explica el imán de la mezquita en Valladolid, Zaki Zayed.[foto de la noticia]
Los más de 2.500 musulmanes residentes en Valladolid acaban el ayuno con la caída del sol. Dependiendo de la persona y de los orígenes de procedencia pueden hacer dos o tres comidas. La primera es el 'futor', consiste en "comer de uno a tres dátiles antes de rezar la quinta oración", explica Zayed.
El 'ichoa' es lo que los occidentales conocemos como cena. Aquí, una hora más tarde de la primera comida, es cuando toman el 'tajine', un guiso compuesto por verduras, carne o patatas. Y por último antes de la oración del alba hacen el 'sohur', para así, coger fuerzas y reservas para el día que comienza.
No todo son abstinencias, las oraciones se intensifican, hay obligatorias y voluntarias. Durante este mes los musulmanes están obligados a rezar además de cinco veces al día, la oración específica del Ramadán, el Tarrawih.
Este rezo consiste en leer los 60 hizb (pasajes) que contiene el Corán, con una media «como mínimo» de dos al día durante los 30 que dura el Ramadán. Al final del mes, todos los árabes han debido leer, al menos una vez, el libro sagrado islámico. "Cuántas más veces se lea es mucho mejor, además las oraciones conjuntas cuentan mucho más", explicó el imán de la mezquita en Valladolid.
No todos los árabes deben vivir este noveno mes así. Quedan exentos de la abstinencia las personas de avanzada edad, los niños, los enfermos crónicos y las mujeres embarazadas.
Durante este mes los musulmanes tienen que engañar al estómago y al apetito dentro de las horas permitidas. Para ello, la mayoría, dependiendo de los lugares de procedencia, comen dulces, chabakiya (un bollo en forma de lazo), dátiles, y rahif (un pan que se cocina en las casas para después untar con mantequilla y miel).
"Con los dulces soportamos mejor el hambre porque llenan el estómago», aclaró Elhoussihe Aït Saíel, un marroquí que reside en Valladolid desde hace un año. Otro de los alimentos que más comen en estos días es la harira, una especie de sopa con verduras, tomates, perejil y carne que les hidrata para todo el día.
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