domingo, 20 de enero de 2008

La ONU condena el antiterrorismo

La Organización de la Conferencia Islámica, el mayor bloque de votación en Naciones Unidas, ha logrado sacar adelante una resolución de la ONU que condena "la difamación de las religiones".

Nueva Cork,19 de enero de 2008 , El Reloj.com, por Robert Spencer

La Organización de la Conferencia Islámica, el mayor bloque de votación en Naciones Unidas, ha logrado sacar adelante una resolución de la ONU que condena "la difamación de las religiones". Reza "religiones", no "religión" - pero según Cybercast News Service, "aunque la resolución alude a la difamación de 'las religiones', el islam es la única religión mencionada expresamente en el texto, lo cual también asesta golpe mortal a las medidas de seguridad de contraterrorismo". La Organización de la Conferencia Islámica viene luchando activamente por una medida así desde que las viñetas del profeta islámico Mahoma aparecieran en el periódico danés Jyllands -Posten a finales de 2005.

La resolución denuncia "las leyes que estigmatizan a los grupos de personas pertenecientes a religiones y creencias concretas bajo un amplio abanico de pretextos relativos a la seguridad y la inmigración ilegal". Los musulmanes, afirma, han sufrido "fichado étnico y religioso como consecuencia de los trágicos sucesos del 11 de septiembre del 2001". Esto es culpa, en parte, "de la proyección negativa del Islam en los medios". Naciones Unidas manifiesta su "profunda preocupación con motivo de que el islam se asocia frecuente y erróneamente a las violaciones de los derechos humanos y el terrorismo".

Tales declaraciones traicionan la premisa de que cualquier asociación del Islam con la violencia y el terrorismo es culpa por completo de los no musulmanes. El hecho de que los propios musulmanes cometan de manera rutinaria actos de violencia y los justifiquen con referencias a enseñanzas islámicas es un dato que se supone tenemos que pasar por alto - y en la práctica, si los patrocinadores de esta resolución se salen con la suya, ni siquiera se nos permitiría notarlo.

Esta resolución de Naciones Unidas forma parte de un esfuerzo en marcha. Hace varias semanas, el secretario general de la Organización de la Conferencia Islámica, un historiador turco llamado Ekmeleddin Ihsanoglu, era uno de los participantes en la Conferencia Internacional sobre Islamofobia celebrada en Estambul. Ihsanoglu, según CNS, denunciaba la libertad de expresión "como un disfraz de Occidente para promover los sentimientos anti-Islam".

Algunos de los referentes mundiales en materia del Islam, tanto musulmanes como no musulmanes, también participaban en la conferencia: Recep Tayyip Erdogan, Primer Ministro de Turquía y defensor del Islam político; Iqbal Sacranie, del Consejo Musulmán de Gran Bretaña, similar a CAIR; el académico de financiación saudí John Esposito, de la Universidad de Georgetown; Karen Armstrong, la conocida escritora dhimmi; Louay Safi, la conspiradora necesaria procesada en el caso de la ISNA; Sir Nazim Ahmed, el noble musulmán británico; el profesor Norman Finkelstein, antes de DePaul; el notoriamente pulido "Martin Luther musulmán”, Tarik Ramadán, al que no se permite su entrada en Estados Unidos; el neonazi americano William Baker, que se ha dirigido a audiencias musulmanas en Estados Unidos; y muchos más .

Sorpresa de sorpresas, los dignatarios reunidos descubrían que "la islamofobia" es un problema muy serio que tiene que ser tratado a nivel gubernamental. Por supuesto, los ataques contra civiles inocentes no están nunca justificados, los criminales, los ladrones y los mafiosos no tienen excusa, y cualquiera que ponga sus miras en musulmanes corrientes y cometa violencia contra ellos merece ser castigado con todo el peso de la ley. Desafortunadamente, no parece que a Ihsanoglu ni a nadie de esta Conferencia se le haya pasado por la cabeza que los musulmanes pudieran hacer algo para provocar este incremento de la "islamofobia" si es que ha habido un incremento, o que puedan hacer algo por sí solos para erradicarla. Nadie parece haberse dado cuenta de lo fácilmente que sería acabar con "la islamofobia" de una vez por todas. Pero podría hacerse en un abrir y cerrar de ojos. Si los musulmanes quieren de verdad poner fin a "la islamofobia" y "la difamación de las religiones" he aquí lo que pueden hacer:

Centrar su indignación en los musulmanes que cometen actos violentos en nombre del Islam, no en los no musulmanes que informan de esos actos.
Renunciar definitivamente no sólo al "terrorismo", como muchos grupos islámicos en Estados Unidos y en otras partes han hecho muchas veces en el pasado, sino a cualquier intención de reemplazar la Constitución norteamericana o cualquiera de las constituciones de los estados no musulmanes con la sharia, e incluso mediante medios pacíficos.

Enseñar a los musulmanes el imperativo de coexistir pacíficamente como iguales con los no musulmanes a perpetuidad.

Iniciar programas internacionales integrales en mezquitas de todo el mundo para impartir en contra de las ideas de la supremacía islámica y la jihad violenta.
Trabajar activamente con funcionarios de las fuerzas del orden occidentales para identificar y capturar a los jihadistas dentro de las comunidades musulmanas occidentales.

Si los musulmanes hicieran esas cinco cosas, ¡voila! No habría más "difamación" del Islam. Pero en su lugar, esta resolución de la ONU es simplemente el ejemplo más reciente de la evasión de responsabilidades y achacar la culpa a los demás de la que hemos sido testigos por parte de los grupos islámicos desde el 11 de Septiembre y antes de eso. Si el musulmán comete un acto de violencia y lo justifica mediante la referencia a textos y enseñanzas islámicas, es culpa de los no musulmanes - bien porque oprimen a los musulmanes o porque se atreven a tomar nota de la conexión que el autor material establece entre el islam y su acto de violencia.

Esta evasión y negación debería acabar. Los funcionarios del gobierno y las fuerzas del orden en Occidente deberían garantizar que termina exigiendo que los grupos islámicos en Occidente sean transparentes y cooperen con los esfuerzos antiterroristas. Pero esta resolución de Naciones Unidas solamente enfatiza que la culpa reside completamente en otra dirección. Solamente nos cabe esperar que esta última muestra de la jihad islámica pueda ser derrotada antes de que hacerlo se tipifique como delito.

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